martes, 21 de febrero de 2017

Pensamiento de Diseño II

El Pensamiento de Diseño es ante todo un enfoque, un estilo creativo que centra la conceptualización y la experiencia del destinatario o usuario final de un producto o servicio. Se puede aplicar cuando es necesario mejorar un servicio o un producto, atendiendo a las necesidades funcionales o requisitos de quien lo va a utilizar. Si bien sigue un procedimiento sistemático que involucra tanto herramientas analíticas como sintéticas , varía forma de utilizarlas para organizar y comprender los requerimientos de un cliente -o usuario- con una intención creativa y de incorporación de las notas distintivas necesarias.



Este enfoque procede de las escuelas de diseño y tiene su origen a mediados de la década de los sesenta, en donde comenzó la tendencia de crear -recursos físicos, espacios, casas, objetos o productos- atendiendo a las especificaciones requeridas para su uso, más que a criterios estéticos, uso de materiales o facilidad de producción. Con el paso del tiempo la teoría y diversos recursos para llevarla a la práctica se fueron expandiendo y encontraron eco en otros campos, hasta que en la década de los ochenta comenzó a utilizarse en las escuelas de administración. Esto brindó una respuesta a los paradigmas clásicos que se empleaban para la gestión empresarial y la planeación estratégica y ha venido a detonar una ola pensamiento fresco, maleable y dinámico que es más propio del estadio actual técnico, social y económico.


Por ejemplo, todavía se sigue enfocando la formación de futuros administradores, y la práctica de gerentes en funciones para que cometan los mínimos errores, haciéndolos analizar cifras y hechos del pasado, basándose en la premisa de que el futuro es repetible y que las condiciones registradas dan certeza para las decisiones al suponer que volverán a presentarse las condiciones históricas. Si bien disponemos de instrumentos analíticos como las Cadenas de Markov (que intentan predecir el estado de un sistema basándose en la condición inmediata anterior y no en todo un registro de hechos históricos), nuestro mundo de competencia y aceleración de los ciclos de negocios, aunados al rápido avance tecnológico define un medio poco predictivo, multifactorial y en algunos casos hasta con comportamiento caótico. Quizá ya es hora de usar otras herramientas, además de modificar el uso de las actuales.

Los recursos como diagramas, mapas conceptuales, estados financieros, gráficas, ecuaciones, causa-efecto, Pareto y muchos más siguen siendo útiles, pero su contexto ha quedado restringido. Ahora es necesario incorporar datos e información del medio a través de técnicas inspiradas en el tratamiento de Big Data (grandes datos, que como afirmamos en otro artículo se caracterizan por su Variedad, Velocidad y Volumen), así como en el establecimiento de una manera creativa, antropocéntrica, incluyente y dinámica para tomar decisiones de gestión empresarial. Estas tratan de brindar respuestas consistentes ante un medio evolutivo, acelerado, hiperconectado y pleno de variables .

Esta transformación va acompañada con recursos complementarios como las narrativas (stroytelling) a fin dimensionar los cambios que se van diseñar/crear, el mapeo de tendencias para ayudar a la predictibilidad del entorno o la creación de prototipos, que se ha vuelto un método fundamental del Design Thinking. Un prototipo en un modelo funcional restringido que los miembros de una empresa o de un equipo de trabajo -así como los futuros usuarios- pueden usar para validar las propiedades que tendrá la versión del sistema. Hay muchas más herramientas y recomendaciones para su práctica, que comentaremos posteriormente.


lunes, 13 de febrero de 2017

Pensamiento de Diseño I


De acuerdo con Idris Motee de Idea Culture, el tiempo medio que un ejecutivo dura en su cargo ha pasado de diez años en 1990 a poco menos de tres en la época actual; las empresas que sobreviven a la fase de arranque inicial ha disminuido a 12.5 años y luego desaparecen. Además, de todas las fusiones y absorciones de empresas que se producen, apenas un 20% crean valor efectivo para sus clientes y más del 50% destruye el valor que tenían antes de intentar integrarse. Estos cambios sin duda están vinculados con la planificación estratégica, la cual se sigue desarrollando con estrategias y metodologías creadas para otra época y otras dinámicas, en pleno movimiento de efervescencia comunicativa, ciclos acelerados de productos, hiperconectividad y acceso instantáneo a la información.

Encontramos que la teoría clásica de las decisiones y sus habituales herramientas son útiles a la hora de evaluar lo que ya se ha creado. Por ejemplo la contabilidad es buena para registrar los hechos y explicar qué pasó, pero fracasan cuando es necesario abordar -ya no digamos definir- los problemas que se supone deberían resolver estos instrumentos.

Por ejemplo, hace pocos meses un famoso festival al aire libre que se celebra en León debió suspender sus actividades debido a fortísimas rachas de viento que hicieron imposible el desarrollo de sus actividades, ante lo cual los organizadores señalaron que en “x años que se tiene celebrando el festival nunca se había presentado este clima”… Es decir, se pretende enfrentar el contexto actual y hasta el futuro haciendo una proyección de los hechos del pasado. La actualidad y los nuevos retos no tienen historia, sino que se definen y atienden conforme aparecen y por ende requieren otros recursos, un repertorio nuevo de saberes y diferentes competencias personales.

El enfoque de “Design Thinking” o “Pensamiento de Diseño” ha madurado como alternativa a la manera tradicional de generar la planeación estratégica en las empresas. Este es más que unas papeletas de colores para organizar ideas, una manera novedosa de generar mapas conceptuales o la forma de administrar los procesos (los cuales se basan todavía en sistemas como Six Sigma, cuartos de comando, eficacia de producción masiva, diagramas de Pareto y de causa-efecto). Enfrentamos graves desajustes organizacionales porque la administración moderna sigue empeñada en ejecutar modelos de coherencia, formalismo, análisis de decisiones y predictibilidad que tratan de eliminar cualquier variación en los procesos… Cuando lo normal es que dicha variación se presente a cada momento de manera natural. Estamos siendo coercitivos y perdiendo la apuesta de antemano.



Erróneamente se sigue una línea de acción tendiente a eliminar la alteración en el desempeño que por ende se opone a los modelos predictivos clásicos, en lugar de apoyar la aparición de cambios que produzcan alteraciones positivas en una dirección provechosa para la empresa. El Pensamiento de Diseño trata de provocar los cambios en el sentido del mejor desarrollo ya para la corporación en sí, sus productos y sus clientes desde un punto de vista holístico, integrador y antropocéntrico.

La planificación estratégica estaba fundamentada en la información histórica para respaldar la toma de decisiones con lo que el problema consistía en encontrar los datos suficientes y usarlos en las actividades de prospectiva y análisis. Ahora con los llamados Grandes Datos o “Big data” la dificultad tiene tres aristas insoslayables: el volumen de información (que se origina en múltiples fuentes simultáneamente), el tipo de datos (expresados en varios formatos, desde clics en el sitio web de la empresa hasta razones financieras o reportes extraídos de las bases de datos) y la velocidad de adquisición (llegan en flujo cada vez vertiginoso).

El Pensamiento de Diseño ayuda a tratar con la complejidad para enfocar los resultados que debemos obtener de nuestros sistemas en términos de las necesidades de sus destinatarios. Como señala Motee, si “más del 80% de nuestros instrumentos van enfocados a capturar valor y no a crearlo” deberíamos centrarnos en la generación de conocimiento en lugar de aplicar las técnicas para operar una organización sin contratiempos. Seguimos buscando agilidad y estandarización en un entorno donde el principal reto YA es la creatividad.

domingo, 22 de enero de 2017

Reconfiguración: Avaya en bancarrota


La bancarrota del gigante de las comunicaciones Avaya, ocurrida un día antes de la toma de protesta de Trump en Estados Unidos y eclipsada de los medios por esta razón, sin duda es un hecho trascendente para los servicios de tecnología y comunicaciones a nivel mundial. La gran base instalada de sistemas de esta empresa en todo el mundo abarca todo tipo de conmutadores, tecnología para call centers (una de sus áreas de negocio que trataron desesperadamente de vender durante 2016 para mitigar el riesgo), participación en varias empresas de medios y telefonía, así como el soporte a grandes cadenas hoteleras o servicios gubernamentales.

En contraste con la caída de Novell hace varios años, al no aprovechar el nicho de mercado que tuvo la compañía para realizar el desarrollo y adquisiciones de empresas de hardware que complementaran su exitoso sistema operativo de red Netware (recordemos que su tarjeta NE2000 fue el estándar para nodos y servidores, y que los controladores de otros fabricantes se producían para ser compatibles con ella); en el caso de Avaya la situación es inversa: la empresa se ha enfocado en el desarrollo y venta de su hardware (sólido, actualizado, pero caro) y dejó de lado el enfoque hacia los servicios que es hacia donde se encamina el contexto tecnológico actual.



Cuando Novell no consolidó la oportunidad para producir hardware, dejó la puerta abierta a marcas como Cisco, HP, 3Com, Cabletron… que tomaron el mercado y con tiempo o varias fusiones entre ellas dominaron el entorno hasta la fecha. Cisco por ejemplo es un líder indiscutible del mercado de las telecomunicaciones y en el rubro de telefonía es un competidor formidable para Avaya, junto con Alcatel, Panasonic quienes también está en el mapa de alternativas y otros competidores de renombre. Un denominador común es que el hardware de estos sistemas es caro, y que si hace falta activar nuevas capacidades o añadir elementos (equipos, tarjetas, etc.) esto viene asociado además con un costo por licenciamiento.

Anteriormente hemos hablado de telefonía IP abierta basada en sistemas Linux como Asterisk, y sin duda las empresas que ofrecemos estos recursos tenemos ahora una oportunidad precisamente en el servicio, el soporte y la asesoría a empresas que buscan comunicaciones telefónicas (sean domésticas, de oficina o de call centers) con organizaciones que tengan una permanencia de largo plazo y sobre todo que se enfoquen en el servicio.

Cuando se desarrollan proyectos con Libre Office (en reemplazo de la suite de oficina ya conocida), cuando implantamos plataformas de formación y capacitación con Moodle, telefonía con Asterisk, portales y servidores virtuales basados en Linux, Apache y PostgreSQL, o sistemas CRM abiertos, los clientes muchas veces preguntan por el costo de licenciamiento y se asombran cuando les decimos que es CERO. Realmente lo que gana una empresa que integra en su cartera estos sistemas es precisamente el soporte, la capacitación, la consultoría y mantenimiento, en suma: los servicios.

Por el lado del hardware, su evolución lo ha llevado a ser altamente confiable, así que muchas de las tecnologías mencionadas operan perfectamente con servidores, tabletas, laptops, etc., de todas las marcas o bien como hemos dicho antes: se tiene la opción de utilizar hardware muy sofisticado que reemplaza en muchas funciones a los sistemas tradicionales o bien los complementan exitosamente en muchos rubros.

Están en la mesa equipos como Raspberry que es realmente una computadora en la palma de la mano que puede usarse tanto para fines educativos como a manera de servidor para proyectos específicos. El sistema Arduino que equivale a un poderoso controlador programable abierto con el cual pueden hacerse una gran multitud de proyectos en control, robótica, domótica, etc., los conmutadores telefónicos o PBX que reemplazan a una fracción del costo a sistemas como el mismo Avaya mencionado y que ofrecen un servicio telefónico robusto para las empresas, y mucha alternativas más.

No estamos afirmando que las marcas comerciales sean deficientes, al contrario. Su talento empresarial y técnico las vuelve sólidas opciones. El punto es que hay muchas y crecientes alternativas que ofrecen un altísimo porcentaje de las mismas capacidades por un precio ostensiblemente más bajo, y eso en tiempo de ajustes económicos es un factor de peso en las decisión de compra de las organizaciones.

La bancarrota de Avaya fue precedida de movimientos empresariales en aras de configurar empresas más eficaces, como HP que se separó en dos (sus declaraciones fueron que para ser más óptimos) y muchos casos más. Muchos de esos ajustes y adquisiciones todavía no tienen resultados evaluables.

Este año será crucial no solamente por la paridad con el dólar sino por el proteccionismo casi dictatorial que tendrán las empresas estadounidenses. Tendrán menos agilidad para responder al medio al grado tal como se especula, muchas han cancelado inversiones que tenían programadas fuera de Estados Unidos, a fin de realizarlas en aquél país. Esto abre la puerta a otras marcas más ágiles y menos sometidas a los vaivenes políticos, y por supuesto ancladas en soluciones abiertas de la industria que han ganado un terreno tecnológico y una confiabilidad impresionante.

www,virtualizart.com
www.facebook.com/virtualizart
@virtualizart

(Imágenes libres obtenidas en www.pixabay.com).

jueves, 5 de enero de 2017

Aplicaciones Telefonía IP


En el anterior artículo explicamos los fundamentos básicos de la telefonía IP (VoIP) que permite transformar los servicios analógicos de telefonía convencional en un nuevo conjunto de servicios para las organizaciones, a través de sus redes de información. Ahora profundizaremos un poco en las capacidades más representativas que no se tienen a través de telefonía convencional.

Llamadas directas / extensión

Si bien existe la marcación directa a una extensión en los conmutadores telefónicos convencionales, los sistemas IP amplían su potencial al permitir no sólo hacer llamadas a un teléfono fijo en una oficina, sino que se pueden asignar números de extensión a aplicaciones informáticas conocidas como softphones o teléfonos de software. Estos programas pueden instalarse en cualquier tipo de sistema como laptops, computadora de escritorio, teléfono móvil o tableta, y aprovechan la facilidad de la conexión con la red local (cableada o inalámbrica) para entregar una extensión de teléfono al equipo. De esta forma se usan las capacidades multimedia como altavoces y micrófono para convertirlo en un dispositivo de voz vinculado con la red.


Cuando la persona está dentro de las instalaciones de la organización (por ejemplo una escuela o una empresa) la llamada telefónica se entrega directamente por medio de la red local de datos. Si la persona está fuera de las instalaciones, se puede hacer uso de su contrato de datos móviles y por medio de una VPN (red privada virtual) y enviarle de manera remota las llamadas. Si no se tiene una VPN disponible, es puede hacer el envío de la llamada por medio de la red telefónica convencional o PSTN. Sea por una vía u otra, siempre será posible entregar la llamada a su destinatario.También de esa misma forma puede hacer marcado por medio del conmutador de la empresa, accediendo por medio de la conexión remota.

Sala de asesoría

Para las instituciones donde la comunicación colaborativa es frecuente (juntas, capacitación, asesoría, clases, acuerdos sobre proyectos, por ejemplo) un PBX tipo VoIP cuenta con facilidades enormes para dicha necesidad. Se puede definir por ejemplo, un número de extensión que permite recibir concurrentemente a un número definido de participantes, sin importar la localización geográfica. Una vez enlazados, ellos pueden dialogar conjuntamente como si estuviesen en un mismo sitio o bien, pueden escuchar a un expositor (o en su caso un profesor) que presente algún tema y brinde asesoría.


Los sistemas VoIP pueden ofrecer enlaces de videoconferencia, de manera que si los teléfonos que usan los colaboradores tienen facilidades como cámara y micrófonos ambientales, entonces éstos pueden sesionar viendo en tiempo real a sus contrapartes. Como la tecnología permite mezclar sistemas, aquellas personas que no cuenten con cámara o pantalla de video podrán seguir la sesión como si fuera una llamada de voz convencional. Hay muchos softphones que pueden sacar partido de las cámaras en tabletas o laptops, con lo cual se incrementa el nivel de interacción posible.

Gestión de las llamadas

Este punto tampoco es nuevo, se refiere a definir una ruta de escalamiento de llamadas cuando en una extensión no se puede tomar la llamada, está ocupada o enfrenta algún problema. Si esto sucede es habitual programar que después de un cierto número de timbrazos la llamada se pase a otra persona, y si tampoco puede contestar se transfiera a otra y así, hasta que alguien en la empresa atienda el evento. La diferencia se tiene en que las extensiones a las cuales se puede enviar la llamada pueden estar locales o remotas al sitio, con lo cual se incrementa el porcentaje de no perder llamadas de clientes, usuarios, padres de familia o ciudadanos, dependiendo del contexto en el que estemos empleando los servicios VoIP.

Integración con bases de datos

Los teléfonos IP son en sí computadoras, y en calidad de tal pueden hacer cualquier función programable o interactuar con otros recursos en las redes de información. Combinando esta capacidad con las bases de datos que se emplean en las organizaciones, existe la posibilidad de aplicaciones avanzadas como: consultar una base de datos con base en el número de origen de la llamada, y así identificar a la persona que marca aún antes de responder. Si es un cliente por ejemplo, en la pantalla del equipo puede aparecer la fotografía de esta persona, algunos datos estadísticos y de estatus, así como el nombre de quien debe entenderlo o a qué área trasladar su llamada.

Muchos sistemas pueden vincularse con sistemas CRM, con aplicaciones para Marketing y campañas de ventas, desarrollo de Call Centers para atención difusión de servicios, y muchas otras más.


Sin lugar a dudas, para su próximo desarrollo de telefonía empresarial, comercial o pública, deberá considerar las soluciones de bajo costo que están disponibles en el mercado, como alternativas muy poderosas ante la marcas comerciales ya reconocidas pero en general muy caras (las cuales además cobran licencias adicionales cada vez que se desea ampliar alguna capacidad de los equipos).

En estos momentos donde el ahorro y optimización de recursos es crucial, no debe sacrificarse la calidad tecnológica de un proyecto de telefonía si puede hacerse una inversión sensata y efectiva.

@virtualizart


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Telefonía IP

Los sistemas de telefonía a través de las redes de datos IP (conocidos por sus siglas VoIP) están entre los desarrollos tecnológicos que más rápidamente crecen a nivel mundial. Esto se debe a que -a pesar de la disponibilidad de múltiples servicios y opciones que ofrecen Internet y las modernas redes de datos- el uso de la voz humana como herramienta de comunicación sigue siendo el medio por excelencia para el contacto personal, de negocios, educativo o de capacitación y muchos otros más. Los equipos VoIP permiten transmitir tráfico telefónico desde las líneas conmutadas tradicionales a través de las redes locales y de área amplia que conectan sucursales, campus y oficinas de las organizaciones. De esta forma se logra tener un tráfico paralelo de voz junto con el habitual de datos para las aplicaciones cotidianas (correo electrónico, servicios de información, etc.), los sistemas de seguridad y monitoreo, y muchos más.


Si bien es necesario contar con el contrato de un proveedor que brinda el servicio de líneas telefónicas analógicas o digitales (red conocida como PSTN), una vez que la señal se recibe en el conmutador VoIP el tráfico se convierte a datos electrónicos y se administra por la empresa, la cual puede configurar adecuadamente sus servicios de voz. A través de la telefonía IP se ofrecen los servicios tradicionales de un conmutador analógico como llamada en espera, correo de voz, conferencias tripartitas o bien operadoras automáticas. Sin embargo esta tecnología permite generar nuevos servicios que se adaptan y crecen conforme lo requiere una empresa como: acceso vía web para hacer o recibir llamadas, consulta de los mensajes recibidos ya sea en audio o en texto, uso de teléfonos inteligentes o tabletas con software que permite tener una extensión en el dispositivo a través de la red de la empresa, teléfonos de software (con programas conocidos como softphones) para brindar comunicación en la computadora móvil, la tableta o equipo de escritorio.

 Entre otros recursos se pueden crear salas de juntas virtuales donde puede combinarse el acceso de un expositor, un conferencista o profesor con un grupo al cual se le presente por ejemplo un informe o capacitación. Para que esto opere los participantes solamente tienen que marcar un número de acceso predeterminado y se enlazan automáticamente conforme las capacidades de tráfico del sistema lo permiten. Así en las instituciones empresas y organizaciones educativas, es posible abrir espacios virtuales de trabajo con expositores, o bien contar con asesores programas tanto presenciales como en linea. Las aplicaciones para lograr la interacción de personas y grupos dispersos son prácticamente inagotables y ofrecen beneficios significativos como el ahorro en viáticos, tiempos de traslado y presencia de las personas con el mínimo efecto en sus actividades cotidianas.

Por medio de las redes de área amplia se pueden asignar extensiones a equipos remotos como laptops y teléfonos VoIP, los cuales pueden responder y hacer llamadas como si estuvieran dentro de las oficinas principales. También es posible usar conexiones de datos tipo VPN hacia dispositivos móviles para realizar la misma funcionalidad y con ello las personas quedan en todo momento localizables para la empresa ya sea que usen un plan de datos móviles o que estén conectados a una red remota como cuando asisten a juntas, congresos y eventos. También es posible desviar llamadas a los números celulares en caso de que no estuviese disponible la red de datos o cuando las condiciones de seguridad externas pudieran impedir el tráfico telefónico.



Además existen teléfonos VoIP con cámara integrada y softphones que acceden a la cámara de tabletas y laptops con los cuales se pueden realizar llamadas con videoconferencia a través del conmutador, integrando las conversaciones telefónicas y la red de datos en un solo servicio.

Los sistemas abiertos que hemos conocido en el mundo del software como Linux, tienen su equivalente en el ámbito de la telefonía IP a través de versiones especializadas como Elastix, la cual puede emplearse tanto en servidores con tarjetas telefónicas para la PSTN y que operan como sistemas PBX, como en equipos dedicados que vienen listos para instalarse en los racks de comunicaciones. Normalmente los entornos VoIP basados en estas tecnologías abiertas tienen un costo de adquisición más asequible que otros sistemas propietarios y conservan muchas de las ventajas del software abierto.


martes, 20 de diciembre de 2016

Cuando la tecnología es una falsa herramienta educativa

Desde hace varios años tanto en México como en otros países se ha presentado el fenómeno de que los gobiernos federales y estatales obsequian computadoras portátiles o tabletas a profesores o alumnos de diferentes niveles educativos. La premisa subyacente es que con el acercamiento o uso de estos dispositivos, el acceso a Internet (si lo hay de buen nivel en la escuela o universidad que corresponda), y el uso extensivo de software pre-instalado que se cree con adecuadas propiedades didácticas, se mejora en varios órdenes la calidad de la educación, ya no digamos instantánea, sino mágicamente. De hecho en las licitaciones de deja abierto a los proponentes elegir qué paquetes informáticos contengan los equipos con elementos tan genéricos como “tener un software para líneas de tiempo, una tabla periódica, una enciclopedia digital”, etc.

En muchos casos, el regalo tecnológico NO va acompañado de una transformación reflexiva de la práctica docente y esto lo aseveramos tanto en el sentido de considerar al instrumento técnico como una herramienta que puede ser integrada en las actividades de los diferentes cursos a través de una valoración crítica de sus posibilidades y la experiencia del profesor; como en el de que la utilización de dichos sistemas modifica desde sus propiedades funcionales los alcances, metodologías y en general la praxis de los maestros ante sus grupos. Si las tabletas no van acompañadas de guías didácticas para su uso en los cursos, manuales de mejores prácticas, consejos técnicos para uso, conservación y actualización de su software o hardware, y la combinación efectiva con los recursos didácticos ya presentes en las escuelas, estos instrumentos se convierten solamente en la novedad y en el estar a la vanguardia por decir ‘estar a la moda’. Es la falacia del medio como resultado.



Independientemente de la calidad de los equipos que se regalan (en su mayoría equipos baratos, hechos masivamente con escasos controles de calidad), las garantías de largo plazo contra fallas en sus componentes críticos, las posibilidades de actualización del software (que en muchos casos es imposible realizar de manera masiva puesto que carecen de un portal o nube que permita tener al día el repertorio de programas instalados y sólo permite hacerlo por medio de una unidad USB, equipo por equipo) o la poca intervención de un grupo de evaluadores docentes que determinen la pertinencia y adaptación de tal o cual paquete para su uso en los cursos de planes de estudio vigentes, la gran mayoría los alumnos emplean los programas preinstalados de manera parcial, no se diga los maestros.

Todavía hay profesores que no dominan el uso de las tabletas y mucho menos los programas que contienen, de forma tal que en su mayoría estos sistemas son simplemente ‘visores’ de Internet, de correo electrónico, de redes sociales, Wikipedia para la consulta rápida de datos, el “googleo” famoso y ausente del un criterio formado en el estudiante para discriminar la información, etc. En muchos casos, quien esto escribe ha sido testigo de que los alumnos -algunos más avezados que sus profesores- han cambiado el sistema operativo y le han instalado aplicaciones diferentes y por supuesto, juegos.



Lamentablemente hay pocas experiencias que hayan evaluado el uso de la tecnología en este tipo de proyectos donde la electrónica es un regalo novedoso en sí, pero está desvinculada de una estrategia formativa sólida. Un proceso educativo apoyado en tecnología debería integrar la capacitación de los profesores, la modificación de estrategias didácticas, la integración con otros medios ya presentes en las escuelas como proyectores, videocámaras, Internet (¿alguien sabe qué fue de los sistemas de Enciclomedia, por ejemplo?), el acceso de estudiantes y profesores en casa o en otros sitios a medios de comunicación y recursos que les permitan continuar creando la experiencia de aprendizaje post-clase, el uso de software educativo en la nube, el desarrollo de guías de aprendizaje para las asignaturas que incluyan la aplicación del repertorio de medios, la capacitación continua de los profesores y la investigación para inclusión digital pertinente. Ni que decir de la incorporación de prácticas como Networked Learning.



Ahora que andamos en tiempo de evaluaciones por aquí y por allá, es buen momento para detener derroches en tiempo y dinero, valorar los auténticos logros que se han tenido con estos apoyos digitales y retomar hacia una estrategia madura e integral en las diversas dimensiones del proceso formativo que emplee la tecnología como un apoyo.

Se corre el riesgo de haber alimentado a un elefante blanco que no integró eficazmente a las TICs como recursos sobre los cuales se haya hecho una reflexión amplia para su uso, y que nos hayamos centrado solamente en el uso extensivo por creer ingenuamente que se abate la brecha digital con fuerza bruta (¡miles y miles de tablets!) en lugar de la profundidad de la aplicación sensata de los medios en clase, ‘tanto cuanto’ sean apoyos para el acompañamiento didáctico del profesor a sus grupos.

Fue una buena idea, pero su implementación sigue siendo simplista.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Phubbing

En esta época donde las nuevas generaciones no desarrollan la capacidad de sostener por más de un segundo el pensamiento simbólico abstracto, la labor docente, de formación y capacitación es una tarea titánica, dado el elevado nivel de volatilidad que tiene la conciencia de los aprendices. Quienes hemos estado en aulas, salas de capacitación, cursos, somos testigos de cómo al mismo tiempo de una sesión de trabajo los asistentes creen que pueden estar actualizando sus perfiles de facebook, enviando mensajes de texto y correo, o publicando algún comentario para sus amigos en Internet.



El desarrollo de las tecnologías móviles y una pléyade de dispositivos que facilitan la interacción en el entorno digital han propiciado un salto al siguiente escalón en la manera de hacer la comunicación humana. Sin embargo también se ha modificado peligrosamente la manera como enfocamos el diálogo con los otros, privilegiando a los que están lejos por encima de quienes podrían participar de esa conversación y que están en la cercanía física.

En su momento, los teléfonos celulares se incrustaron irremisiblemente en nuestra cotidianidad. Quienes habíamos vivido en un mundo carente de estos recursos sentíamos una invasión rampante a la intimidad cada vez que timbraba el equipo y estábamos en casa, o en el cine, o realizando alguna actividad que no implicaba la necesidad de hablar con alguien intantáneamente. No entendíamos la noción de conversación ubicua. Al pasar el tiempo encontramos que nuestros alumnos, amigos, familiares y socios responden una llamada en cualquier momento, sin importar de qué asunto se trate y sin el menor cuidado hacia nosotros. Hay quienes envían mensajes de texto al mismo tiempo que “conversan” sin importar que estemos ahí con ellos (amparados en la falacia de que el cerebro puede hacer varias cosas con toda conciencia y que es posible atender con el mismo nivel de calidad y profundidad a las charlas que en que se está participando, sin pérdida de atención). Para muchos es imperativo contestar cualquier llamada de quien sea en el momento que sea, o peor: enviar mensajes de texto mientras se conduce.





 A este fenómeno se le ha llamado Phubbing por el término en inglés que viene de la unión de Phone y Snubbing (es decir ignorar a los demás) usando el teléfono celular y de hecho: usando cualquier dispositivo o gadget, como también se les llama.

Los equipos móviles brindan una capacidad ilimitada de acceso a la información y son alternativas de un repertorio amplio de recursos. Quienes hemos sido docentes o capacitadores lidiamos primeramente con los alumnos que respondían a sus teléfonos celulares en plena  clase, y luego aprendimos a tolerar esas prácticas posteriormente extendidas al ‘chat’ o al ‘post’ de las redes sociales. Ahora es común que ellos intercambien todo tipo de información en forma ubicua sin que medie el cuidado por lo que ocurre en el entorno presencial.

Estas herramientas han demostrado ser arma de doble filo. Les parece a las nuevas generaciones que con la inmediatez, la disponibilidad irrestricta del dato, o el acceso con un toque de pantalla se da por sentada su comprensión -que no la memorización o repetición-. Muchas habilidades que antes cultivábamos como la búsqueda de información, el análisis, la redacción, han venido a pasar a segundo plano. Nuestras nuevas generaciones en las empresas y en las aulas asumen que si algo está en la red, entonces es válido sin cuestionamiento. Posiblemente los formadores tenemos nuestro grado de responsabilidad, pues en muchos casos continuamos llevando a cabo prácticas tradicionales como la evaluación por memoria, y preguntamos cifras o números que están fácilmente disponibles en muchos portales de Internet, en lugar de usar creativamente estos insumos.





¿Por qué no enseñamos a comparar, contrastar y criticar? ¿Por qué seguimos tratando que recuerden sin una visión clara los “qués” y “por qués”, en lugar de enseñarles a manejar la información e integrarla su experiencia? Los llamados millenials andan por ahí como cajas repletas de cifras, fechas y constantes físicas, pero sin saber usar ese bagaje. Por ende eligen que el almacén de datos universal, la tablet o “la nube” se encargue del problema.

Debemos acompañarlos para que aprendan a usar los nuevos medios y no sólo en forma lúdica. Sin duda ya hay metodologías de enseñanza y prácticas convencionales que no serán necesarias en el futuro.


¿Aprenderemos nosotros -viejos docentes o formadores- a vencer nuestra nostalgia y el miedo por abandonar nuestra zona de confort? ¿Aprenderán las nuevas generaciones a comprender con justeza el tiempo, espacio y esfuerzo como dimensiones a cuidar y cultivar, ajenas a lo inmediato de un toque de pantalla?

Alea iacta est.

  71 La Cuarta Revolución Industrial Klaus Schwab El término “Cuarta Revolución Industrial” fue expresado por Klaus Schwab en el Foro Econ...