domingo, 17 de septiembre de 2017

El ibro de la semana: "Business Process Management” de Mathias Weske

Con este comentario y recomendación iniciamos a publicar en el blog la recomendación del libro de la semana, que se basará en textos que abordan los integrantes de la empresa para el desarrollo de nuestras actividades de consultoría, diseño y desarrollo de Sistemas y Procesos.

Inicialmente estas reseñas se publicaron en las páginas personales de redes sociales de los integrantes de la empresa. A partir de esta semana se hará una selección de ellas para que aparezcan cada domingo, y en la misma línea de análisis, consultoría y servicios que se ofrecen en nuestra organización.


Business Process Management
Escrito por Mathias Weske (Springer, 2012, 2nd. Ed.)



En este texto de Mathias Weske es ya uno de los referentes obligados para quienes estamos trabajando en Mapeo de Procesos y en Modelos para Toma de Decisiones sobre procesos. En años recientes se han conjuntado ambas herramientas tanto para la fase descriptiva de los procesos en las empresas (documentar, monitorear) con en la prescriptiva (enfocada ya sea en el diseño o en la mejora). Un elemento que faltaba en los estándares modelos y notación de procesos como el BPMN 2.0 era el punto de “toma de decisiones” con el cual los éstos se pueden acelerar, optimizar o modificar para hacerlos más efectivos.

La propuesta de Weske sobre todo en la segunda versión de su curso en el Open HPI se basa en la articulación de los dos modelos para producir o mejorar Procesos integrando la formalización en las tomas de decisiones internas, que deben realizarse para fines de diseño, optimización, transformación o mejora. Si bien el tema de “procesos esbeltos” es un paradigma aún en boga en el mundo industrial y empresarial, la incorporación de mecanismos para análisis de las decisiones y ejecución de las mismas (sea en forma automatizada o manual) lleva a estos elementos al siguiente nivel funcional. Igualmente se presentan las condiciones para la integración de la gestión de procesos con los Sistemas de Información de la empresa, y se añaden los elementos de índices e indicadores, que permiten compaginar la ejecución operativas de los procesos y sus tareas con los rendimientos y resultados de la Planeación Estratégica y los Movimientos Tácticos de las organizaciones.
En esta segunda edición del libro (comenté la primera me parece que hace un par de años), el
Dr. Weske aborda con todo detalle los conceptos sustanciales del Modelado de Procesos, los conceptos sobre los que se fundamentan sus buenas prácticas y una estupenda perspectiva sobre los sistemas de gestión de procesos empresariales. Para el lector no experto en el campo, se tiene un tratamiento teórico formal sobre la Administración de Procesos en las empresas, herramientas matemáticas para describirlos, así como diversos planteamientos teórico-documentales que sustentan toda la aplicación práctica. Esta discusión se va llevando paulatinamente desde definiciones sustantivas, herramientas y recursos, hasta elementos avanzados que pueden emplearse en técnicas de simulación para diseño o mejora de los procesos.

En lo personal, recomiendo que si te decides por analizar y tratar con los conceptos de este campo te apoyes en herramientas que siguen la notación estándar de procesos como Bizagi (para Windows) o bien “Bonita Soft” (este paquete está disponible para varios sistemas operativos), ambos gratuitos para las funciones básicas de diagramación, documentación y conexión de procesos o manejo de subprocesos. Bizagi tiene complementos que permiten simular los procesos y otros hasta para abordar el desarrollo de procesos informáticos.

Si no tienes problema para la notación simbólica, teoría de conjuntos y lógica matemática elemental, el libro te brindará elementos de aplicación y análisis en el mundo de la administración de procesos y BPMN 2.0 -la notación estándar mundial para describir procesos, sus planos de control y optimización, así como las condiciones para operarlos.
Me gustaron mucho los capítulos 4 y 6 , en los que se analizan los variados elementos que se aplican para describir el trabajo documental que estamos realizando para una empresa nacional. Pienso que este texto es un recurso ideal para los consultores involucrados en el área.

@jcgutie

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Formación por competencias y tecnología

En lo que respecta a proyectos de formación y capacitación para las empresas, el informe SCANS del Ministerio del Trabajo de Estados Unidos (1991) sigue siendo un referente de primer orden cuando hay que establecer las áreas, temas y procesos de actualización continua de los empleados. En este documento se definen las dimensiones de preparación que debe tener una persona colaboradora en una empresa y les otorga los nombres de: competencias, habilidades de base, habilidades de pensamiento y cualidades personales.


Las competencias base que señala el documento son aquellas que se consideran cruciales para la participación en las tareas de las organizaciones modernas, como gestión de recursos, habilidades tecnológicas, o capacidad para las relaciones interpersonales. Las competencias de base se consideran aquellas herramientas fundamentales de la preparación como la lectura, interpretación de instrucciones orales, aritmética y escritura. En lo tocante a las habilidades de pensamiento se incluyen hablar, tomar decisiones, pericia creativa y resolución de problemas. Las cualidades personales son aquellas que tienen que ver con el modo de ser de cada uno como responsabilidad, perspectiva ética, sociabilidad, proactividad y autogestión.

En el ámbito académico se considera crucial la formación basada en competencias y la abrumadora mayoría de instituciones en nuestro país ya están desempeñando su labor formativa bajo dicho esquema, con un sesgo muy fuerte hacia lo que entenderíamos como “competencias para el trabajo” o “habilidades para la labor”.



Evidentemente se trata de cuidar con mayor o menor éxito el traslado de conocimiento teórico hacia el estudiante sin descuidar las necesidad que tienen los egresados de colocarse rápidamente en el mercado laboral, para lo cual requieren contar con los conocimientos y las habilidades prácticas que demandan los nuevos puestos. Dicho sea de paso estas necesidades están cambiando debido a la actualización tecnológica sistemática, la elevada velocidad en el ciclo de vida de productos y servicios, así como el nivel incrementado de competitividad entre organizaciones. Todo esto está facilitado entre otras cosas por la cercanía comunicativa que brinda Internet. Precisamente, la red de redes acerca estrechamente a productores y consumidores, a competencia y proveedores, lo que deviene en un entorno atroz y cambiante de elevada rivalidad por la supremacía.

Sin embargo, por el otro lado se tiene una situación paradójica: las nuevas generaciones de estudiantes y profesionales se están acostumbrando a no leer, instigados quizá por la inmediatez que brindan los clics en la web, los likes en Facebook, los videos o imágenes que se envían por Whatsapp y demás, están perdiendo habilidades para una concentración sostenida y para la introspección requerida para vincular los nuevos saberes con la experiencia previa, o para comprender cabalmente el fundamento que causa un bien o servicio, o que sustenta un proceso productivo o una política administrativa.



Nos encontramos así en un escenario contrapuesto donde por una parte los requerimientos de la ‘vida real’ son exigentes, cambiantes y crecientes, los cuales demandan cada vez una preparación más profunda y adaptativa; pero por el otro muchos capacitadores o docentes no tienen la preparación para acompañar efectivamente la formación de sus aprendices, ni éstos a su vez dominan las habilidades básicas de pensamiento, comunicativas, de análisis, manejo de medios, resolución de problemas, etc.

Sabemos que no tiene sentido y sería erróneo plantear un alto en el camino para reflexionar, menos aún detener las tendencia de la globalización. En México, un usuario promedio de redes sociales y otros medios comunicativos móviles dedica hasta 20 horas por semana al seguimiento y toma de contacto con los integrantes de sus redes, sin embargo un gran porcentaje de ése tiempo está enfocado puramente en temas lúdicos o trivialidades, dejando de lado las enormes posibilidades de estos recursos para el crecimiento, formación y capacitación. ¿Qué sucedería por ejemplo, si estas personas dedicaran 1 hora diaria a leer, a prepararse de manera sistemática y reflexionar?

Pues sucedería que tendrían aún 13 horas para la interacción en línea, y que habrían leído un libro cada semana. Así de sencillo es.


Las organizaciones que desean extender sus procesos de formación y capacitación, las universidades y centros de entrenamiento deberán encontrar el justo medio entre tecnología, contenidos, interactividad y socialización. Las plataformas LMS modernas que se emplean para la capacitación en línea reconocen el gran potencial todavía inexplorado de las redes sociales, y el profundo efecto formativo que puede tener el aprendizaje informal vinculado con los procesos institucionales de mejora continua en las habilidades del personal.

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