jueves, 29 de septiembre de 2016

La Hiper-realidad

En días pasados escuché como una persona conversaba sobre cierta información que había encontrado cuando “estaba en Internet”, y no dejó de parecerme peculiar esa forma de referirse a la red mundial de información. Me sorprendió el hecho hablaba del sistema como si fuera un sitio, un lugar para “moverse o estar” como lo hacemos en la vida diaria. Esto hizo que recordara que todavía hace poco muchos de nosotros distinguíamos entre presencialidad y virtualidad, y podíamos separar los hechos que pasaban en línea de las sensaciones que considerábamos “reales”. Creíamos que lo acontecido en lo presencial tenía mayor validez en términos de nuestra experiencia de vida.

Durante la fase de transición hacia el entorno digital comenzamos a hablar de relaciones a distancia, redes sociales, seguidores y fans de lo que escribimos. Cuando nos íbamos transformando en seres informatizados, empleábamos servicios que ahora pocos saben que existen, o que alguna vez existieron. Los de cierta edad y experiencia con computadoras recordarán sistemas como News, el IRC y Archie (antecesores venerables de los muros de datos, servicios de chat y buscadores de información, respectivamente), que son precursores de los modernos medios que ahora son tan conocidos en Internet.



La situación descrita me hizo caer en cuenta que otros y yo le dábamos más valor o “status” a lo que nos acontecía presencialmente. No faltaban quienes veían con desdén -y con un dejo de lástima- a los que se desenvolvían libremente y daban reconocimiento a lo que acontecía en las relaciones virtuales. Para los puristas del contacto humano era como si lo digital tuviera un plano inferior, como si no fuera una experiencia válida que para a transformar a otros.

Si recordáramos que hace poco más de cien años no existía el teléfono, y que posteriormente a su invención mucha gente criticaba su uso (tachándolo de impersonal, frío o poco cálido), y además que las mismas personas señalaban que el medio por antonomasia para la comunicación humana era la letra -la epístola-, nos parece que la historia vuelve a repetirse al menos en algunas de sus notas. La aparición de cualquier nueva tecnología trae consigo posturas a veces radicales sobre su utilización, pero es indudable que el moderno repertorio de sistemas ostenta características diferenciadoras, en comparación con los recursos tradicionales.

En primer lugar, hay un mayor porcentaje de la población alfabetizada en lo informático. Ellos han desarrollado las competencias técnicas requeridas para emplear instrumentos digitales de comunicación (computadoras, tablets, teléfonos inteligentes, radio). Además, este grupo ha ido creando modos comunicativos específico, vinculados con los propios canales y sus capacidades. Por ejemplo: muchos usan emotíconos para resaltar lo que sienten mientras escriben, otros expresan ideas en 140 caracteres -derivado del uso de Twitter, que se inspiró en los envíos de mensajes con las pantallas antiguas de los teléfonos celulares-, y quienes vuelven jeroglífica su escritura combinando el texto con imágenes, fotos, hasta sonido.



Hace ochocientos años solamente unos pocos sabían leer y escribir, se confiaban a lo que interpretaban otros (sacerdotes, dirigentes, filósofos) a partir de los libros de leyes, textos sagrados o edictos. Todavía a inicios del siglo XIX el porcentaje de la población mundial que sabía leer y escribir estaba en niveles ínfimos.

Por el contrario, ahora existe una infraestructura de creación y diseminación de información expansiva e intensiva, la cual se va insertando subrepticiamente en las actividades personales. Antes, “hacer uso” de un medio (digamos el teléfono fijo) implicaba trasladarse hacia donde éste se encontraba físicamente y además hacerlo a una hora acordada en caso de que se hubiera acordado hablar con alguien. Estas acciones daban la sensación de emplear algo externo, un elemento ajeno que se encontraba en otro ámbito, al que la persona requería acercarse.

Ahora los artefactos tecnológicos van con nosotros y se emplean “al vuelo” (pensemos en los lentes de Google o de Microsoft, o los sistemas de transmisión de video personal que se desarrollaron en el Medialab del MIT, o en los teléfonos inteligentes que son al mismo tiempo varias herramientas en una y caben en la bolsa del pantalón). Cada vez más, la tecnología nos acompaña: nos la ponemos integrada al auto o a la ropa, y existen proyectos de investigación para conectarla a nuestra misma corporalidad.



El décimo aniversario Facebook marcó un hito en la utilización de los sistemas Web 2.0, con los cuales se supone que cada quien podemos publicar “libremente” lo que se nos ocurra sin tener más que el navegador de Internet de nuestra preferencia, y una conexión de velocidad aceptable hacia la red. En la práctica se ha demostrado que las llamadas redes sociales tienen ventajas y consideraciones significativas. Una vez, más todo está en el “tanto cuanto” nos sirvamos de los medios para fines provechosos o para perder el tiempo en el ocio más descarado e improductivo.

Pienso que en el futuro inminente muchos tendremos que “aprender a estar” en la sociedad de la información, sustentada infraestructuras dinámicas de avanzada, creando nuevas habilidades dialógicas y unificando en una sola perspectiva estas realidades bi y multi-dimensionales que nos otorgan los recursos de comunicación invasivos. ¿Dominaremos a tiempo a las hipermediaciones que nos exige la realidad?



lunes, 19 de septiembre de 2016

Computadoras de ultra-bajo costo y alta capacidad (I)

Es cada vez más frecuente encontrar especiales donde es necesario utilizar equipos de cómputo de bajo consumo energético, gran densidad de componentes, dimensiones reducidas o ultra-reducidas y sistemas de almacenamiento basados en electrónica pura en lugar de discos rotatorios. Dichos sistemas además, con capacidades de comunicación en red habituales como WIFI, Ethernet o Bluetooth.

Estos tipos de sistemas son ideales para ámbitos como escuelas, en los cuales se necesita disponer de la base de equipos para satisfacer la demanda de un gran número de profesores o estudiantes que acceden a los servicios de información, laboratorios diversos o Internet. También son aplicables en empresas que implementan sistemas de control, interfaces con líneas de ensamblaje, servidores de contenidos de alta eficiencia o servidores descentralizados que apoyan recursos como DNS, sistemas de autenticación LDAP, portales web, descargas de archivos para usuarios y clientes, etc.

En la primera de tres partes compartiremos una solución de computadora tamaño "tarjeta de crédito" que consume 4 watts de potencia y ostenta una elevada densidad de componentes, lo que la vuelve una alternativa viable para el aprendizaje de computación (no de suites de oficina y uso de Internet solamente, sino de tecnología de cómputo, programación en diferentes niveles y aplicaciones especiales), para emplearla como herramienta personal o para procesamiento de información e instalación de diversos tipos de servidores. Este sistema también puede interactuar con componentes electrónicos externos como robots, sensores, motores o todo tipo de instrumentos.



Dicho equipo se conoce como Raspberry Pi y ahora se encuentra en la tercera generación del hardware, luego de un evolución altamente veloz y sostenida. Este es el objetivo de un proyecto que inició en 2006 en el Reino Unido, dedicado a crear una computadora didáctica que sirviera para enseñar computación, los fundamentos de informática y la programación de aplicaciones.

En virtud de que en la Unión Europea existe una mayor cantidad de alternativas para la informática que únicamente la tecnología derivada de Windows como ocurre en nuestro país, en el Reino Unido se enfocaron en brindar a los estudiantes de niveles preparatoria y secundaria los fundamentos de tecnológicos de la computación y desarrollo de aplicaciones desde un punto de vista generalista y abierto. Por ejemplo, en lugar de enseñar Excel en particular, imparten cursos de manejo general de Hojas de Cálculo. A partir de ahí los alumnos que lo requieran pueden aprender fácilmente los comandos de otras aplicaciones equivalentes como Calc, Gnumeric, Quattro Pro y otras. En la práctica, los egresados pueden ofrecer nuevas soluciones para las organizaciones en lugar reproductores de esquemas comerciales.



Raspberry Pi incluyen en su instalación básica aplicaciones abiertas de oficina como las mencionadas, además de varios lenguajes de programación como Python, C y Java. Cuenta con diversas aplicaciones didácticas para todos los niveles, desde la educación básica hasta universitaria. Se puede emplear para capacitar operadores y desarrolladores de software por ejemplo, o al personal de trabajo en oficinas puesto que tiene todos los programas habituales para ello (lectores de correo, navegadores de Internet, editores de texto, presentaciones, hoja de cálculo, bases de datos, reproductor multimedia, etc.) Además se pueden impartir cursos de programación de sensores, interfaces de control y muchos más.


De hecho, la Raspberry Pi es un pequeño servidor basado en Linux que también puede emplearse para desarrollo de proyectos en programación, Web, sistemas móviles, equipos electrónicos, seguridad comunicaciones y bases de datos. El sistema puede emplearse como un server reducido (con la tecnología actual que tiene equivale aproximadamente a lo que era en su momento un Pentium IV) y soporta la totalidad de paquetes (más de 4000) que están disponibles para descarga gratuita en el sistema operativo Raspbian, más otros disponibles en diversos sistemas operativos que se le pueden instalar como Ubuntu Mate, LibreElec y Windows IOT.

Raspbian es una versión de Linux Debian compilada específicamente para la arquitectura de la Raspberry y que se puede instalar defecto en el sistema. Usa el repositorio completo de aplicaciones en ámbitos como: comunicaciones, seguridad, bases de datos, editores, lenguajes de programación, servidores para Internet, etc. Sin embargo como se ha dicho, están disponibles otras distribuciones como las basadas en Ubuntu, Slackware, Windows. Por ejemplo, se puede usar LibreElec para convertir la Raspberry Pi en un centro de medios y reproducir películas, música, fotografías como en un entorno doméstico, y muchas más.

Para el ambientes académicos, se puede generar un sistema para laboratorios de prácticas llamado PINET, en el cual se tienen las cuentas y claves de participantes o alumnos en un servidor, desde el cual se pueden descargar los ejercicios, proyectos y tareas a elaborar con la Raspberry. Aunque este sistema está pensado para educación de nivel medio superior, se puede configurar sin problemas para entornos de nivel universitario diversos campos como la ingeniería mecatrónica, el control, ingeniería industrial, comunicaciones, programación y muchos más. PINET permite hacer registro y seguimiento de los avances de cada estudiante, así como tener una imagen maestra del sistema operativo a partir de la cual todos los equipos se inicializan para trabajar en laboratorio. Esta funcionalidad puede luego exportarse a un laboratorio de cómputo de trabajo, además de mantener el acceso a Internet y facilitar que los estudiantes guarden sus trabajos por medio de carpetas en Gdrive, DropBox y otros sistemas de nube.


Ventajas de Raspberry Pi

  • Es un equipo de bajo costo que solamente requiere la conexión de un monitor HDMI, teclado y mouse USB.
  • Consumo de 4 watts de potencia, muy por debajo inclusive de terminales gráficas y a un costo varias veces menor.
  • Software gratuito precargado con aplicaciones educativas para programación básica y avanzada, lectores de PDF, reproductor de música/video, suite abierta de oficina, acceso a Internet, editores de imágenes, comunicaciones, bases de datos, servidores de Internet.
  • Licencia de Wolfram Mathematica para aplicaciones en todos los campos de administración, ciencias e ingeniería (costo comercial mayor a USD $ 1000.00 para instituciones y USD $ 140.00 para estudiantes, pero incluido de forma gratuita en el sistema Raspbian).
  • Interfaz gráfica y consola de administración vía texto, a elegir según las tareas a desarrollar dentro del sistema. Capacidad de tener escritorios remotos. El equipo se puede configurar para tener varias cuentas de usuario y además se puede vincular a un sistema LDAP de la institución para autenticar desde un registro central.
 


Características técnicas del equipo Raspberry Pi 3

  • Procesador 1.2 GHz 64-bit Quad-Core ARM v8.
  • Tarjeta de Red inalámbrica 802.11.
  • Bluetooth 4.1
  • 4 puertos de USB 2.0
  • Puerto HDMI
  • Puerto Ethernet a 10/100 Mbps (RJ45.
  • Conector de A/V 3.5mm
  • Conector para cámara externa.
  • Conector para pantalla.
  • Ranura para tarjeta micro SD de 32, 64 o 128 GB. Viene con una tarjeta de 32 GB que funciona como sistema de archivos.
  • VideoCore IV 3D núcleo de gráfico.
  • Conector GPIO de 40 pines para aplicaciones en mecatrónica, electrónica, ingeniería eléctrica y control, robótica, domótica y todo tipo de sensores o actuadores externos.
  • Las librerías de los lenguajes de programación que están integrados y están preconfiguradas para interactuar con los puertos del sistema de una forma muy simple desde programación.


Sin lugar a dudas, esta es una alternativa poderosa de los sistemas de bajo costo y alta densidad computacional. En siguientes artículos abordaremos otras soluciones similares en el mundo del software y hardware propietarios.


    martes, 13 de septiembre de 2016

    Sistemas de almacenamiento y resguardo de datos

    Si hacemos un paralelismo entre el mundo empresarial y los sistemas de infraestructura informática las "ventas" serían el equiparable al "almacenamiento": pocos entienden a profundidad sus implicaciones y alcances, no son una área tan atractiva para muchos, pero constituyen el núcleo sin el cual no se pueden desarrollar las operaciones. De igual modo, sin ventas no existen las empresas... Los servicios de información, sus base de datos, el trabajo individual o colectivo no pueden realizarse sin el sustento de los medios de almacenamiento, sean transaccionales (al día) o de largo plazo, como los respaldos y conservación.

    El almacenamiento va más allá de recopilar la información en un disco duro o una memoria USB. Los requerimientos de las organizaciones modernas muy especializados y extremos para el tratamiento de los datos y la información. Por ejemplo, algunos portales de Internet están conectados en tiempo real con diversos otros sistemas y bases de datos, como los de viajes: acceden a datos de hoteles, planes de vuelo en las aerolíneas, promociones de agencias de viajes, sistemas de cobro en línea y muchos más. Para ofrecer un tiempo de respuesta adecuado, los sistemas deben poder leer o escribir la información con la mayor velocidad posible sin perder confiabilidad y asegurando la recuperación de todo lo guardado cuando esto se requiera.
    Los sistemas operan como grandes almacenes para protección de datos masivos, o bien para la realización de transacciones a la velocidad misma como se van llevando a cabo las interacciones entre diversos usuarios, sistemas y redes de comunicaciones. Durante muchas décadas los elementos por excelencia para el resguardo de información fueron los discos duros mecánicos, posteriormente han aparecido medios puramente electrónicos como los discos de estado sólido que no tienen partes móviles y ofrecen tiempos de respuesta en escritura y lectura de datos que exceden en varios órdenes al retardo que tienen los discos duros convencionales.

    Acompañado esto de un menor consumo de energía y una disponibilidad casi instantánea, la tecnología electrónica se ha vuelto un elemento central para el almacenamiento de largo plazo, seguro y eficiente. Varios analistas predicen que dentro de tres años prácticamente no existirán los sistemas computacionales apoyados en discos mecánicos, a la vez que se tendrán disponibles capacidades de almacenamiento que excederán significativamente los límites actuales.

    Para los usuarios individuales y para las organizaciones existe un amplio espectro de soluciones que atienden las especificaciones funcionales y arquitecturas de conservación de los datos.

    Un primer nivel lo constituyen los sistemas de discos que se instalan dentro de un equipo o servidor empresarial. Estos se conectan habitualmente por medio de una interfaz de una tarjeta controladora que puede organizar el almacenamiento con diversos esquemas de redundancia y seguridad. En ocasiones los discos se 'arreglan' en cajas físicas externas al server y se vinculan con él a través de conexiones directas de alta velocidad.




    El segundo esquema lo integran los sistemas NAS (por network attached storage, o almacenamiento conectado a la red). Dichos sistemas brindan soporte de grabación de archivos para diversos tipos de sistemas operativos y sus usuarios o procesos, todo comunicado a través de la misma red de datos de la organización. Los equipos NAS también contienen discos internos de diversa tecnología y se pueden configurar bajo diferentes alternativas de redundancia y tolerancia a fallas. Su ventaja principal es que los pueden utilizar tanto los sistemas operativos como sus aplicaciones y bases de datos como las personas que desean resguardar su información particular o departamental.


    La tercera modalidad la constituyen las SAN o (storage area network, red de almacenamiento) que realmente son redes de comunicación en las cuales los nodos o elementos son discos y arreglos de discos, los cuales se conectan a los servidores virtuales o físicos a través de interfaces de alta velocidad como Fibre Channel, Infiniband o iSCSI. Las SAN realmente son redes paralelas que operan en conjunto con las redes de datos y cumplen con muchas de sus características de control de tráfico, seguridad y redundancia. Sólo que están enfocadas en el movimiento y resguardo de todo tipo de datos que se generan en los servidores de la red. Las SAN están constituidas por switches, enlaces de comunicación, repetidores, etc., de la misma forma como se integran las redes de datos. Estos sistemas representan el más alto nivel de seguridad, velocidad y control, pues liberan a los equipos servidores y de usuarios de la gestión del almacenamiento.



    Dependiendo de factores como la confiabilidad, redundancia, tolerancia a fallas, compatibilidad con sistemas de virtualización, y características de tecnología, se puede configurar la arquitectura de almacenamiento que apoye una solución de datos específica.

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