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lunes, 20 de mayo de 2019

El libro de la semana: Confesiones de un joven novelista

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“Confesiones de un joven novelista”
Umberto Eco (Lumen, 2011)



A diferencia de Borges en ‘El aprendizaje del escritor’, este libro de Umberto Eco hace un tratamiento mucho más técnico sobre el proceso de escritura creativa y lo sustenta sobre herramientas de análisis muy formales. Pese a ello, el tono de la obra es accesible, abierto y diría que también altamente dialógico.

Los ensayos que contiene provienen de un ciclo de conferencias que el autor impartió en Estados Unidos y recibe su título porque en la época de publicación se acababan de cumplir treinta años de la aparición de ‘El nombre de la rosa’. Esto hace que como novelista Eco se considerara joven a pesar de la edad que tenía entonces (casi ochenta). A la sazón ya había publicado la novela mencionada y las otras obras como ‘El péndulo de Foucault’, ‘Baudolino’, ‘La isla del día de antes’, ‘El cementerio de Praga’. ‘Número cero’ (2015) salió a la luz posteriormente y se engarzó en la secuencia creativa del autor.

Entreverado con anécdotas, citas y diversas referencias tanto literarias como filosóficas, el autor presenta el proceso mediante el cual escribe sus novelas: la gestación de una idea fecunda, el integrar y aderezar su mundo narrativo y sobe todo, las ‘restricciones’ temporales, creativas, físicas y de recursos de efecto que empleó en sus obras.

Posteriormente dedica un apartado breve pero profundamente técnico a la ambigüedad y la interpretación, para de ahí explicar el uso magistral de la doble codificación en sus novelas, es decir: la ironía intertextual (citas o referencias a otros textos famosos) y la metanarrativa (cuando el autor o el libro hablan directamente al lector). Para quienes conocen su obra, estos recursos que conjuga simultáneamente es una característica distintiva de los libros de Eco.

En el capítulo tres se enfoca en las consideraciones sobre los personajes de ficción que viven en un mundo incompletos y que carecen solamente de accidente de existir (dicho esto en términos filosóficos) es decir, estos personajes son abordados no desde un enfoque ontológico sino semiótico. Detalla más aún la integración narrativa de personajes completos que viven en mundos incompletos. Algunos personajes -señala- de hecho abandonan sus orígenes para comenzar a vivir en otros planos extratextuales. Tenemos así personajes que fueron creados en el mundo literario y que ahora viven en el cine, en teatro o en la música, hasta en la cultura popular y las conversaciones de todos los días. Bajo el enfoque de que todo personaje de ficción es un objeto semiótico y de que todos los objetos semióticos tienen un referente común, entonces tienen la propiedad de ser existentes y por ende, sujetos de análisis. Por eso mucha gente puede creer que personajes como Alonso Quijano, Ana Karenina o el Dr. Zhivago realmente existieron.

Alguna vez -voy a hacer una digresión- una persona con la que visité la ciudad de Guanajuato me preguntaba si la casa donde estaba el “Hostal del Quijote” era la misma donde había nacido dicho personaje. Tal es el impacto de los personajes de ficción que pueden tener características sustantivas ficticias sin equivalente en el mundo real.

Para concluir la obra Eco dedica un extenso capítulo final al uso de las listas, y a ejemplos de diferentes autores entre los cuales se incluye él donde se integran diferentes tipo de enumeraciones o listas, desde las que tratan de abarcar por extensión una totalidad, las que tienen cierto mecanismo regla de creación, hasta las que se consideran puramente caóticas. Estas últimas hacen una enumeración sin fin cuya regla de generación de elementos es absolutamente desconocida.

Nuevamente, considero que este libro es un referente muy bueno para las personas que están involucradas en la escritura de textos, ensayos o ficción. El oficio de escritor sin lugar a dudas será beneficiado al leer esta obra.


Algunas palabras que aprendí con la obra: lipograma, memento, doxástico, panegírico, encomiástico, écfrasis, goliardos, alética, simoníaco, prevaricador, hipotiposis, cólquico, rebufos, ombornales, trasvolar.

@jcgutie

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