domingo, 13 de mayo de 2018

El libro de la semana: El amante japonés


El amante japonés
Isabel Allende (2015)



“El amante japonés” de Isabel Allende fue el vigésimo primer libro de esta autora chilena, publicado en 2015, y constituye una muestra más del engañoso talento de la Allende como narradora: pareciera que está relatando una historia como la que cualquiera de nosotros contaría a sus amigos en una charla de café, pero en el fondo hay todo un arte y maestría para entretejer vidas que se conectan a través de un patrón comunicativo entrelazado y multi-temporal. Hay una voz que nos va acercando paulatinamente mediante el uso de varios personajes y situaciones -como Irina Bazili, inmigrante moldava que trabaja en la casa de retiro para ancianos Lark House- al relato fundamental de Alma Belasco, de origen polaco y matriarca del clan de esta familia opulenta y reconocida, e Ichimei hijo del jardinero de la familia, descendiente de los Fukuda. Estas dos familias quedaron vinculadas debido a profundos nexos personales y comerciales eventualmente.

Al momento de comenzar la historia Alma tiene ya ochenta años y se ha retirado a vivir a Lark House, abandonando en manos de su hijo todos los negocios familiares y la residencia que ha sido casa de los Belasco por generaciones. Sin embargo, parece ser que a pesar de haber sido casada con su primo y haber logrado una posición privilegiada no sólo económicamente sino también en el arte, subsiste el apasionado amor de juventud por Ichimei, al cual renunció cuando joven debido a la presión social y a su propio miedo a la pobreza y desprestigio.

Irina y el nieto de Alma, Seth, tratan de desentrañar el misterio de unas cartas que llegan en sobres amarillos y que Alma atesora en un lugar secreto. Cada cierto tiempo Alma desaparecía para posiblemente reencontrarse con su amante de juventud pese a que ya había transcurrido toda una vida y cada uno por su cuenta había creado relaciones familiares, se había dedicado a sus propios negocios y a fin de cuentas transcurrían por caminos diferentes.

Fiel a su tradición de mezclar los temas mágicos con la realidad, Isabel Allende nos deja ciertas notas para interpretación libre, sobre todo al final de la novela donde el lector queda envuelto en el misterio al no quedar clara la frontera entre la fantasía ante la cruda realidad de la muerte. Si damos una lectura superficial y rápida podremos pensar que el final de la novela parece de película barata, pero al ir desenvolviendo hacia atrás la trama y deshilar la madeja, se aprecia la complejidad narrativa que señalamos inicialmente. Aflora el arte y talento de la creadora que sin lugar a dudas debió armar toda una estructura de hechos enlazados y articulados para dar coherencia y sentido a todos los tiempos que se vinculan y aparecen ante el lector sin previo aviso.

Diríamos que cierre del texto obliga a un desensamble para poner en perspectiva las historias de Alma quien llegó a América como niña polaca refugiada por la persecución nazi en la segunda guerra mundial, la de Ichimei Fukuda quien arribó con su familia desde el otro lado el mundo, Irina una inmigrante moldava que apenas logra sostenerse en el San Francisco de la actualidad y uno como lector, que acompaña desde una perspectiva omnisciente todo el desarrollo de la historia.
En lo personal y si se puede hablar de peso o valor literario en esta obra, diría que no es precisamente un trabajo de alto nivel, pero que sí está excelentemente construida la historia y que las dotes narrativas de la Allende consiguen que el lector aborde la trama en una manera distendida, asequible y sin muchas exigencias. Creo que otras de sus novelas han sido de mayor envergadura y calidad, pero esta pasa sin muchas pretensiones y nos deja de cualquier manera con un sabor de boca grato.

Si deseas leer otros textos de la autora que tengan más peso estructural y narrativo, “El plan infinito”, “De amor y de sombras” o “La casa de los espíritus” siguen siendo sus obras por excelencia.
Por supuesto, te recomiendo leer el libro que hoy te comento, y ya me dirás tu opinión al respecto.

Tendencias en Sistemas de Información Empresariales

Los servicios que sustentan a los sistemas de información de las empresas han pasado por un proceso evolutivo incremental que aprovecha tanto los avances tecnológicos como los estándares, políticas, procesos y mejores prácticas que consolidan continuamente su ámbito de acción y la madurez de los resultados que brindan a las empresas.

Este desarollo muestra que los sistemas de información organizacionales fueron desplazándose desde un entorno prácticamente operativo, pasando por funcionalidades integradas hasta la programación inteligente y distribuida, para brindar alternativas a los tomadores de decisiones en el sentido de adquirir datos del entorno y compaginarlos con la información histórica organizacional. Se tiene así una perspectiva que puede usarse de manera efectiva en la toma de decisiones.

A lo largo del tiempo se ha visto la evolución de los sistemas puramente transaccionales que recaban información desde el sitio de origen (cajeros, puntos de venta), pasando por los aplicativos de gestión y áreas específica (como contabilidad, inventarios, nóminas), hasta los sistemas de información integrados que reciben datos desde diversos ámbitos internos y externos para consolidarlos y plantear una perspectiva actual -o tendencias hacia el futuro- que coadyuven con datos rigurosos para tomar cursos de acción claros y contundentes.

La evolución en sistemas de información está por dar un siguiente salto aprovechando el estado actual de diversas tecnologías susceptibles de ser incorporadas a sus recursos y que pueden sacar partido de avances en diversas pareas de la ciencia, computación, algorítmica y programación para las organizaciones de hoy en día.





Tecnologías emergentes




A continuación se describen varios avances específicos que se plantean para uso intensivo en el mediano plazo, los cuales extenderán las capacidades de paquetes, programas y recursos de información. Uno de nuestros principios señala que “somos estudiantes para siempre” y en tal sentido hay trabajar de manera consistente para conocer estos avances y estar preparados a fin de explotarlos de manera eficaz.



Web 4.0




Esta tecnología es conocida como la “web simbiótica” o sea, un conjunto potente de algoritmos e interfaces que permiten la interacción con los usuarios prácticamente por medio de gestos y movimientos naturales con los cuales se puede acceder al vasto repertorio de datos en Internet. De esta forma se logra interactuar con los sistemas de información en tiempo real sin los recursos convencionales como teclados o sistemas táctiles. El manejo de los sistemas se hace a través de los movimientos o gestos humanos, contextualizados para cada situación particular. Un aporte importante es que los usuarios podrán utilizar la información, reportes o datos de manera más natural y sobre la marcha, en las tareas cotidianas como servicio a clientes, puntos de venta, logística, o producción.



Computación cuántica




Estos tratan de ir más allá de la microelectrónica, que emplea componentes miniaturizados al nivel de capas de semiconductores, para pasar a la interacción cuántica en el campo atómico. Los cálculos computacionales se siguen elaborando por medio de bits 0 y 1, pero en una computadora cuántica dichos estados no son excluyentes, sino que se superponen (estos son los llamados qbits), lo que hace que el poder de procesamiento se incremente no de manera lineal sino exponencial. Muchos algoritmos sofisticados no pueden ejecutarse en las computadoras actuales, pero sí pueden desarrollarse a través del cómputo cuántico. Las posibilidades para los sistemas de información son amplias, sobre todo en los entornos que4 tienen que ver con producción, análisis de grandes cantidades de datos, o el tratamiento de bases de datos no relacionales.



Inteligencia artificial en la nube




Los sistemas de cloud computing ya no se utilizarán solamente para el almacenamiento masivo de la información, o el cálculo con sistemas en clúster, sino que ya se dispone en nube de bibliotecas de inteligencia artificial de código abierto para crear software de aprendizaje automático y adaptarlo a las necesidades de las empresas o usuarios individuales.

Muchas áreas de negocio han seguido utilizando los recursos informáticos para generar y administrar sus sistemas de información con componentes ‘clásicos’, pero ahora será posible integrar rutinas de inteligencia artificial en el software empresarial y volverlo todavía más efectivo. Por ejemplo, un DSS podrá usar IA para presentar sugerencias a los ejecutivos sobre las decisiones a tomar, según datos de análisis o bien sobre gestión de escenarios consolidando bases de datos que están dispersas en Internet. En los sistemas de información transaccionales la inteligencia artificial podrá expandir las capacidades de los puntos de venta, sugiriendo al vendedor los bienes que pueden brindarse al cliente final, análisis de patrones de compra, probabilidades de venta o adaptación al cliente con base en la demanda.



Sistemas distribuidos y bases de datos no relacionales




Uno de los elementos para analizar el comportamiento del consumidor, patrones, ciclos y tendencias, es la gran cantidad de datos periféricos que se generan en los Sistemas de Información actuales. Por ejemplo, el número de clics que se hacen en los hipervínculos de los portales de ventas, la manera como los clientes hacen búsquedas en los servicios en línea, o el conjunto de consultas que hacen en las bases de datos. Mucha de esta información no está organizada y se genera por decenas o cientos de Megabytes en todo momento.

La única manera de recibir y procesar toda esta información es por medio de sistemas distribuidos en los que los datos se reciben masivamente y se almacenen a gran velocidad en patrones no estructurados que siguen el comportamiento de su fuente (por ejemplo, los compradores de una tienda en línea). Las bases de datos no relacionales pueden conectarse con los sistemas de procesamiento y vaciar sus resultados en los sistemas de información, diseñados para sacar provecho de los datos por medio de técnicas computacionales, algorítmicas y estadísticas.



Privacidad digital perfecta




Dentro de las principales problemáticas actuales, en la que todos los servicios y recursos que apoyan o sustentan las actividades humanas, el nivel de riesgo por mantener la privacidad e integridad de la información personal a salvaguarda de intrusiones, piratas informáticos y hackers se ha vuelto un tema de interés. Los sistemas de blockchainque se utilizan para las criptomonedas como bitcoin y Ethereum realmente no tienen una privacidad digital absoluta, sino que por medio de técnicas de análisis puede darse el caso de identificar a un usuario y la transacción que hizo, dado que los medios son públicos. Sería factible por ejemplo, ver si X persona cambió a dólares N cantidad de bitcoins.

La privacidad digital perfecta puede lograrse por medios de conocimiento cero, en la que una persona puede entrar y hacer una transacción en una red o en algún sistema de información en línea de manera que la misma sea válida y reconocida, aunque los datos del cliente, el importe de lo que adquirió y la forma de pago queden ocultos. Esta opacidad permite que se realicen operaciones de negocios, protegiendo por medio de conocimiento cero a los intermediarios. Para aplicaciones bancarias, financieras, EDI y de PRM sería muy útil asegurar las operaciones diarias, sobre todo las que se realizan por medio de Internet o redes públicas.


Los nuevos desarrollos que se tienen ya en puerta permitirán que se amplíen las capacidades de los sistemas de información para incorporar múltiples mejoras como rutinas inteligentes, seguridad de las transacciones, o capacidad tratar datos no estructurados masivamente. Sin lugar a duda, dichos mecanismos dotarán de mejoras, eficiencia y capacidad a los Sistemas de Información en el corto plazo.

lunes, 2 de abril de 2018

El libro de la semana: La séptima función del lenguaje

La séptima función del lenguaje
Laurent Binet (1972)
Esta es una novela que puede leerse en varios planos, si uno no tiene formación en temas de lingüística, semiótica lo puede leer simplemente como una novela policíaca o si lo prefiere, como un thriller en el que el atropellamiento de Roland Barthes desencadena una serie de hechos que tejen la historia. Si el lector está familiarizado con ese plano del conocimiento y ha leído además a diversos autores que se vuelven personajes dentro de la obra (Umberto Eco, Phillipe Sollers, Lacan, Foucault o Julia Kristeva), entonces el disfrute puede multiplicarse por varios órdenes de magnitud.
Barthes, escritor, ensayista, filósofo y semiólogo francés fue atropellado en la primavera de 1980 cuando se dirigía a la universidad después de haber comido con Francois Miterrand, quien estaba a punto de convertirse en presidente de Francia.

El autor revive este hecho y lo vincula con la posibilidad de que no hubiese sido un simple accidente de tránsito, sino que Barthes fue asesinado para robarle un manuscrito que hablaba sobre la ‘Séptima función del lenguaje’ es decir, una función en el ámbito preformativo que “permite a quien la domina convencer a cualquiera de cualquier cosa en cualquier circunstancia”, una función que se sumaría a las seis funciones del lenguaje de acuerdo con las teorías del lingüista Roman Jakobson. Evidentemente el poder de este documento estriba en que a través del poder del lenguaje, quien domine su uso puede obtener lo que dese: sea un cargo político, un secreto tecnológico o el poder de una empresa. Con estos elementos Binet crea una novela que especula sobre un hecho histórico y bien conocido del mundo de la cultura, mezcla personajes reales con situaciones y otros textos o entrevistas que estos han generado y entreteje todo en un relato divertido, sorprendente y culto sobre el lenguaje, sobre la forma que esta creación evolutiva humana tiene para generar la realidad y contexto en donde vivimos.

No dejan de aparecer a lo largo de toda la obra las referencias más o menos directas a otras obras y a estos personajes que dan marco a la historia. Como el mismo Umberto Eco, quien escribió alguna vez sobre la ‘ironía intertextual’ en la cual se citan definitivamente y en otros casos se esbozan como al pasar otros libros, ensayos o corrientes ideológicas.
Como se dijo antes, no es necesario en ningún sentido estar familiarizado con estos referentes, y como lectores podemos pasar junto a ellos sin que esto reste atractivo, interés o comprensión de la obra, que además atrapa al lector por su amenidad y en muchos casos diría fraseo ostensiblemente cómico.

Otro elemento importante de la obra es que brinda homenaje al planteamiento de la teoría literaria contemporánea llamado “la muerte del autor” o la “desaparición del autor”, que ha sido desarrollado por muchos teóricos como el mismo Barthes, Foucault o Derrida: la novela está narrada como si viéramos una película, todo está en un primer plano y el autor prácticamente no aparece sino que tenemos una visión de lo que sucede como si estuviésemos en una sala de cine y todos los personajes comienzan a interactuar o a hacernos vivir su realidad, muchas veces intercalando o intercambiando planos de tiempo, de lugar y de perspectiva sobre el mismo hecho.
Esta manera de narrar logra que el lector ‘no sienta’ que hay un autor que le narra la historia, sino que el libro se convierte en sí en un instrumento a través del cual los personajes salen de las páginas para hacer una experiencia vivencial de la trama.

Esta es una novela publicada apenas en 2017 en su edición mexicana se convierte ya en una obra reconocida de la literatura moderna, que ha sido elogiada por muchos autores de fama mundial, al grado tal que ya se le comienza a considerar al autor como “esencial en las letras europeas”.
Vale la pena leer esta novela y disfrutar las peripecias del inspector Bayard a cargo de la investigación, ayudado por Simón Herzog un profesor universitario versado en semiótica, que a la manera de modernos Holmes y Watson se involucran en un caso misterioso que repentinamente tiene un alcance mundial.

domingo, 25 de marzo de 2018

El libro de la semana: La Universidad Desconocida


La Universidad Desconocida

Roberto Bolaño (1953-2003)

Leer a Bolaño es sumergirse en un mundo donde las realidades literarias y cotidiana se entrelazan sin aviso. En muchas ocasiones es difícil darse cuenta en qué plano de contexto estamos, y desde dónde está interpelándonos el autor. Bolaño dijo una vez que en la formación de todo escritor hay una “universidad desconocida, que guía sus pasos y evidentemente no tiene una sede fija, es una universidad móvil pero común a todos”. Me parece que el punto central es que el escritor se forma en la vida, en lo que transcurre todos los días y en la permanente experiencia con la realidad. .



Como pragmático lector, quizá yo sugeriría abordar primero las obras narrativas en las cuales Bolaño se enfocó en los últimos años de su vida y posteriormente, entrar al disfrute de su obra poética. Paradójicamente, y a pesar de haber centrado su creación literaria en el género narrativo años antes de su muerte, el mismo autor no dejó nunca de considerarse y hacer referencia a sí mismo como poeta.
En este libro nos adentramos en una antología viva, una colección particularmente integrada por el propio autor, quien al recibir la noticia de que estaba enfermo de un mal terminal, decidió consolidar y organizar sus creaciones a la manera de una obra que sin embargo, nunca publicó en vida. Ése cuidado personal por la propia creación, el orden, la revisión y trabajo de integrar sus poemas es quizá el mayor atractivo que tiene para acercarnos a la manera de curiosos lectores.


Leer estos poemas no es sólo apreciar la creación estética, sino entrar en un diálogo intemporal con su creador, desplazándose a lo largos de las páginas en la propia vida de Bolaño que va relatando muchas de sus experiencias en un planteamiento de poesía, y de sitios donde residió desde su llegada a Barcelona procedente de su exilio de Chile, su país natal. Si uno se toma el tiempo de conocer un poco sobre su vida, el tiempo que vivió en México, sus pocos pero fructíferos viajes, hasta su establecimiento definitivo en Blanes, podemos trazar un mapa no sólo del entorno que él veía en los sitios habituales o en los personajes que lo rodeaban, sino también un camino de maduración literario que partió desde poemas a veces difíciles de leer para el poco habituado a las lides de la expresión estética, hasta los poemas narrativos y por supuesto la narrativa poética que lo caracterizó.


Quizá en la mayoría de las veces nos gustan los poemas cuyos versos van desenvolviendo poco a poco su germen de belleza hasta concluir en un final esperado, glorioso, apetecible. Sin embargo con Bolaño muchas veces el culmen puede ser abruptamente sorpresivo y contrastante, sin perder por ello nada de belleza y expresión.


Su formación autodidacta, su paso por los días cotidianos, la voracidad con la que leía y la potencia expresiva para desarrollar sus textos sin duda te gustarán aunque no será fácil pasar por la primera etapa: cuando uno se enfrenta a un estilo de escritura prolijo, culto, erudito pero no tan atractivo, en el sentido de otros autores que pueden envolver al lector ya sea por la calidez, la agilidad o la trama del escrito que se teje en torno a uno como si fuera la tela de una araña. Bolaño da pocas pistas, abre algunas ideas de lo que puede decir, y cuando lo dice sorprende como en un golpe inesperado.
Esta obra póstuma sin duda reúne esa perspectiva de experiencia y de transcurso que tuvo el autor, y nos lleva por caminos que se bifurcan, se reencuentran y se entretejen de una manera que no deja de sorprender. En muchos casos nos obliga a releer y contemplar el poema desde otro ángulo, con otro tiempo y ánimo.


Sin importar cuántas veces se tenga que volver sobre sus líneas o repasar lo dicho para ver si uno comprendió bien la expresión de un verso, Bolaño crea continuamente y estimula para abordar la siguiente frase, el próximo de sus poemas sin pudor, sabiendo de antemano que su culminación será nada habitual, sorpresiva y contrastantemente bella.

lunes, 19 de marzo de 2018

Vivir en la red, privacidad en duda

El poder de la red es inconmensurable.

De cara a los hechos recientes en donde aparentemente hubo una fuga de información de Facebook, en la cual se manipularon los registros de más de 50 millones de usuarios y esto se utilizó como arma electoral en Estados Unidos para depurar perfiles psicológicos de los usuarios y explotarlos con publicidad durante sus pasadas elecciones, trae a colación la seguridad e integridad de la información que todos compartimos en esa red social y muchas otras.

Hace algún tiempo cuando analizamos el acuerdo que aprobamos para generar nuestra cuenta en Facebook, nos asombramos cuando sin ningún ambage avisan que van a grabar TODA información que salga de nosotros por ejemplo: lecturas GPS donde se indique en qué sitios estuvimos, horarios y días de conexión, marca, modelo del equipo con el que accedamos a la red, comportamiento, contactos, ‘likes’, comentarios, fotografías, redes de acceso, dirección IP. Todo tipo de información directa o indirecta que generemos, aplicaciones, juego usados, puntajes de los mismos, patrones de compra y consumo, intereses en los anuncios que publican también quedará registrado. Además ellos se quedarán con esa información aunque cerremos la cuenta y podrán hacer uso de los datos según crean conveniente porque además. Les dimos permiso para ello.



Si hace algún tiempo todavía existían personas que distinguían entre la realidad presencial de lo cotidiano y la virtual de las redes de comunicaciones, esta frontera se ha desdibujado prácticamente, sobre todo a partir de que instrumentos como los teléfonos celulares y las tabletas se convirtieron en objetos de uso personal que registran nuestros patrones de comportamiento, preferencias, compras, interacciones y en suma toda una radiografía de quien es cada uno. De ahí el peligro potencial de que nuestra información pueda ser usada para minar datos, para colaborar en análisis y perfiles de consumo, de preferencias o de relaciones, y todo no sólo sin que nos enteremos cuándo y dónde ocurre, sino que se lleva a cabo con nuestra autorización formal.

Si recordamos casos como el de la base de datos electoral de México, que andaba circulando por diversos portales de Internet y se podía obtener casi sin esfuerzo, o bien el tema aún en investigación (se supone) del uso de software espía por parte de instancias del gobierno que buscaban acceder a datos y conversaciones de periodistas, actores políticos y líderes de opinión, el caso se vuelve más delicado. Muchos pensamos que si en un país como Estado Unidos, que se supone posee los controles tecnológicos para analizar y proteger los datos e información, a fin de cuentas estos se manipulan (aparece de nuevo como añadido, la sombra de personajes rusos en el caso) para influir en las votaciones que llevan a una persona a la presidencia, en nuestro país los datos pueden estar poco defendidos y pobremente sustentados con los apoyos técnicos necesarios. El uso de instrumentos de análisis y técnicas de minería que procesan la gran cantidad de datos que se producen dentro de un ambiente con alta efervescencia como el electoral sin duda es un tema del que pocos hablan, casi todo el mundo asume y pocos divulgan.



El auge del BigData es tan enorme que para el usuario ‘de a pie’ no le parece grave subir fotos personales, familiares, o decir en dónde está o qué compra. El punto es que la versión integrada, filtrada, depurada y organizada de la información colectiva brinda una fotografía detallada de aspectos personales y sociales que ni siquiera se sospechaban. Ya en las elecciones anteriores de México aparecieron actores extranjeros expertos en manejo de redes sociales y análisis de tráfico.

Mientras que en nuestro país el consumo promedio diario de conexión a la red es de 4 horas, es decir 28 horas a la semana o más de media jornada laboral, estamos distraídos en la inmediatez, la novedad y es chisme, sin darnos cuenta que estamos divulgando información detallada sobre quiénes somos y qué nos gusta. Esta es una espada de doble filo. Si dedicáramos una hora diaria a leer, terminaríamos un libro cada semana y todavía dispondríamos de 21 horas para las trivialidades de la red pero quizá con un enfoque más crítico de qué decir y en dónde decirlo. Habría además una sociedad mejor informada y más madura para utilizar productivamente los canales digitales que llegaron para quedarse.




El libro de la semana: Los Descubridores

"Los Descubridores"
de Daniel J. Boorstin

Sin lugar a dudas, este es un libro delicioso. No sólo brinda horas de aprendizaje ameno, riguroso y erudito, sino que el estilo novelado que emplea el autor para hacer un recorrido por la historia humana - del hombre como descubridor- es divertido, ágil e inspirador. Estoy seguro de que cuando lo leas vas a coincidir conmigo y que será una de las obras que recordarás por muchos años.
Daniel J. Boorstin fue un historiador, abogado y escritor que dirigió la biblioteca del Congreso de Estados Unidos durante más de una década, y gracias a sus publicaciones recibió numerosos reconocimientos, no sólo por su labor de divulgación sino también por el rigor histórico con el que abordaba sus estudios y ensayos sobre historia.


En esta obra, Boorstin aborda la historia humana desde la perspectiva de los descubrimientos que sentaron las bases para la generación de cultura, arte y ciencia en el mundo. Esta obra se divide en libros, y el primero está dedicado al Tiempo, a la manera como se desarrolló el conteo del tiempo para organizar las actividades humanas, y analiza desde el uso de las estrellas o la luna para calcular los momentos del día, hasta las diferentes invenciones que permitieron el desarrollo de relojes portátiles o relojes en los barcos, con lo cual se impulsó enormemente el avance de la sociedad, de la navegación y de la organización. Sin embargo todo está vinculado y el segundo libro que aborda los descubrimientos geográficos se entrelaza con el anterior.

El segundo libro es sobre la Tierra y los Mares, en donde se abordan los descubrimientos de nuevas tierras y culturas que se hicieron tanto por las rutas en los continentes (peregrinos, cruzados, los mongoles) hasta los que se lograron mediante la navegación gracias a instrumentos como sextantes y relojes que permitieron calcular con mayor precisión las rutas y posición de las naves en la tierra. Partiendo desde las concepciones primitivas sobre la forma de la tierra, la creación de mapas y recursos cartográficos y hasta la lucha contra dogmas religiosos como el cristiano, que limitaban los afanes y alcances por la búsqueda, hasta el papel que jugaron los chinos (que fueron grandes navegantes en la antigüedad) o los árabes que transmitieron cultura y conocimiento hasta que los acalló la religión, el autor plantea que los caminos de la tierra y el mar se abrieron hacia todos los lugares.

En el tercer libro sobre la Naturaleza, se abordan todos los descubrimientos que permitieron ver lo invisible, como los microscopios, los telescopios y el asomarse al interior del cuerpo humano (tema que también estaba vedado). La apertura de la ciencia como un fenómeno social y público sin duda propició la creación de diversos artilugios aplicados en los problemas cotidianos de las personas y es con ello que se da comienzo al desarrollo tecnológico, que se acelera cada vez más.
En la sección de cierre de éste tercer libro se habla de los intentos por organizar y clasificar el conocimiento sobre la naturaleza. Ya en su momento los filósofos habían sentado las bases para una organización del conocimiento y de las ideas, ahora los científicos se enfocaron en catalogar todas las especies es justamente cuando comienza a atisbarse al pasado, buscando evidencia de cómo era la vida y cómo eran las sociedades humanas anteriores.

El libro cuarto habla de la Sociedad y los principales descubrimientos que han permitido nuestro conocimiento y reflexión en tanto seres sociales. Sin lugar a dudas la invención del libro como instrumento transmisor de cultura es un hecho cúspide en esta serie de invenciones y descubrimientos que trata el autor. Se describe espectacularmente la historia de la transmisión de conocimiento oral y cuáles fueron los factores que desencadenaron la invención de la imprenta, así como tal de la arqueología y en análisis de la prehistoria. La aparición de la historia como disciplina de conocimiento y como referente de las acciones transcurridas y fuente de dirección para el futuro humano no podía dejarse de soslayo, marca el cierre del texto con su análisis de la ciencia como cultura, del análisis de elementos matemáticos y físicos que van sentando las bases para un conocimiento racional del universo y que puede colaborar al mejor futuro de la humanidad.
Reitero que es uno de los mejores y más gratos libros que he leído y te lo recomiendo sin lugar a dudas.

A pesar de toda la formalidad, rigor y amenidad que te mantendrá leyendo este libro casi sin sentirlo, al final Boorstin deja una nota personal para dedicar la obra a Ruth F. Boorstin, su esposa. Le agradece haber colaborado con él durante muchos años y cierra el libro diciendo: “Mi deuda para con ella es inexpresable. Una vez más ella ha sido la indispensable compañera de los descubrimientos, y para mí sigue siendo ella el más encantador de todos.”

domingo, 25 de febrero de 2018

El Libro de la Semana: Matemáticas Aplicadas a Negocios y Economía


"Matemáticas aplicadas a negocios y economía"
de Alfredo Díaz Mata


Este es un libro básico que trata temas fundamentales para aplicación en ciencias económicas y administrativas. A mi parecer está concebido como un libro de texto sencillo que puede usarse como ‘recetario’ para consultar fórmulas, conceptos y diversas definiciones de recursos matemáticos que pueden emplearse en cálculos para el área administrativa, contable y financiera hasta cierto punto. Contiene muchos ejercicios al cierre de cada capítulo y dentro de su diferente secuencia de temas se abordan ejemplos de complejidad creciente que van dotando de práctica y soltura al estudiante.
No abarca demostraciones sofisticadas ni aspectos más esotéricos de temas como cálculo, estadística o herramientas para la economía, pero si permite que una persona o un estudiante con los conocimientos básicos de álgebra pueda avanzar por su cuenta realizando actividades, consultando gráficos y tablas que brindan una visión práctica de los aspectos matemáticos que pueden usarse para la resolución de problemas comunes en este campo de conocimiento.

Al revisar detalladamente aparecen como en casi todo libro de matemáticas, algunos errores de soluciones, nomenclatura o signos, pero en general no causan mucho problema y a pesar de estos detalles se puede construir una visión suficientemente buena del repertorio de recursos para los cálculos de ejemplo que se sugieren. La obra tiene además unos apéndices con elementos conceptuales más detallados y con las soluciones a muchos de los ejercicios que se plantean, con las cuales el aprendiz puede evaluar qué tan bien ha comprendido o puesto en práctica los conceptos y fórmulas.

Aunque no se indica, sugiero que muchos de los ejercicios se resuelvan por lo menos con apoyo de alguna calculadora científica, pero sin duda herramientas más completas como el programa GeoGebra son muy valiosas tanto para resolver ecuaciones o hacer cálculo simbólico, y para genera gráficas con ‘deslizadores’ que puedan ilustrar el comportamiento de alguna ecuación o curvas especiales.

Los capítulos sobre cálculo diferencial y cálculo integral tienen ejemplos con problemas habituales en las organizaciones que se aplican en gestión de inventarios, rendimiento de inversiones en publicidad, aplicación de derivadas parciales para rendimientos, problemas de integración y muchos más.
Si se le quiere usar como libro para ejercicios, se pueden utilizar muchos de ellos sin lugar a dudas, y además puede ser un recurso adecuado para hacer repaso.

Creo que además puede ser empleado como texto de apoyo en los cursos introductorio antes de pasar a materias más complejas como Probabilidad y Estadística, Matemáticas Financieras, Álgebra Matricial y Optimización. En tanto texto académico, pues queda hecha la recomendación para docentes o alumnos de las áreas señaladas. Si se desea una mayor profundización para otras carreras como del área de ingenierías, ciencias de la salud o ciencias, hay otros libros con esos enfoques. El libro de 2005 es muy adecuado para los ámbitos que he señalado y desconozco si se sigue editando, yo lo conseguí por casualidad en la librería pero supongo que puede haber por ahí muchos ejemplares o tal vez la versión electrónica.

@jcgutie

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