Una primera condición para que las empresas se involucren en proyectos de formación o capacitación en línea lo constituye el contar con los contratos de servicio, enlaces y medios tanto de acceso a Internet como a los servicios de telefonía. Esta última puede ser a través de enlaces analógicos tradicionales o bien en forma de troncales digitales que son parte de una generación tecnológica más moderna. Una vez instalada y puesta a punto la infraestructura mínima, se pueden instalar todos los recursos necesarios para la instauración de programas de formación en línea.
En México existen muchas empresas conocidas como “portadoras” o “carriers” que se encargan de instalar los enlaces de comunicaciones y dejarlos en operación para sus clientes finales. En algunos casos los contratos de servicio incluyen todo el equipo necesario para que la organización pueda disponer del servicio de Internet o telefonía entre sus empleados, pero en muchos otros solamente brinda el enlace de comunicaciones hasta la llegada a instalaciones (conocido como la última milla) y ahí transfiere la responsabilidad a su contratante.
En éste último caso se hace necesario adquirir equipos que permitan compartir el servicio con todos los usuarios, sea esto en forma cableada, inalámbrica o mixta. Habitualmente se emplean equipos como: routers, puntos de acceso, repetidores de señal inalámbrica, switches y switches de capa 3, etc. Cada caso particular necesitará de un conjunto de sistemas puntuales, y esto depende de diversas condiciones como la seguridad, los tipos de medios que pueden otorgar los carriers, la cantidad y distribución de los empleados, los equipos personales que utilizarán como computadoras, tabletas y celulares, por mencionar algunos.
Para proyectos de gran escala, los carriers tienen convenios con grandes fabricantes que proveen todos los elementos de conectividad, mientras que la atención a pequeñas y medianas empresas las asignan a los integradores -como esta compañía desde la cual escribimos- para implementar, configurar y poner a punto la nueva infraestructura.
De esta forma las instituciones consultoras e integradoras atienden colaborativamente a los usuarios finales y con base en su necesidades consolidan los nuevo servicios. Estas se vuelven elementos efectivos para el desarrollo de la infraestructura sobre la cual se habrán de implantar tanto los servicios de capacitación como los generales que tienen que ver con el procesamiento de la información. Una vez en marcha el equipamiento, el primer punto de contacto cuando se presentan fallas o es necesario hacer alguna expansión son éstas organizaciones que resuelven la problemática o bien transfieren el caso a los carriers cuando la atención queda fuera de su ámbito de acción.
Se genera así un ecosistema y conveniente para el usuario final, quien cuenta con atención especializada de primer nivel al mismo tiempo del servicio de sus principales redes. Este círculo virtuoso consolida los mejores recursos y buenas prácticas que vuelven más a la empresa más eficiente y competitiva.
@virtualizart
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