A lo largo de nuestro crecimiento y transformación como sociedad, como grupo y como entes económicos, nuestra historia ha atestiguado el paso por diferentes estadios técnicos y de producción. Podríamos decir que somos “hijos de nuestro tiempo” por lo que, al carecer temporal o definitivamente de alguno de los elementos cotidianos para nuestro desempeño la estabilidad que consideramos dada por defecto se tambalea. Esto obliga a replantear en alguna medida nuestras actividades, la logística de proyectos, horarios y acuerdos con los demás.
Erich Fromm hablaba del “tener existencial” que es el modo de usar cosas o disponer de bienes para el desempeño humanamente posible y requerido, de acuerdo con el contexto de cada uno. En nuestro país subsiste una gran cantidad de gente en pobreza y pobreza extrema, lo cual es una situación que no ha podido ser enfrentada de manera efectiva durante décadas. La disparidad entre el menos tiene y el que más es de varios órdenes de magnitud y posiblemente tengamos uno de los niveles más inequitativos en cuanto al reparto de la riqueza
Sin importar la postura política, los partidos en el gobierno o proyectos que han llegado y desaparecido, la realidad central es que han faltado estrategias para enfrentar, para paliar o mitigar en alguna medida estas hondas desigualdades. Sin embargo, es complicado querer dar marcha atrás en diversos aspectos en aras de ahorrar para luego distribuir a quienes menos tienen. Una alternativa podría ser el crear programas sociales eficaces que en lugar de repartir ayuda temporal pudieran integrar y dar a las personas la posibilidad de avanzar hacia el siguiente escalón, a través de sistemas de preparación no solamente para trabajos u oficios, sino en aquellos que permitieran a la persona insertarse en su entorno productivo o bien, dentro de lo posible, le diera elementos para crear pequeños proyectos de empresa personal enfocados en solucionar necesidades del entorno inmediato.
En medio de la crisis de combustibles que estamos afrontando en el país, han surgido voces extremas que hasta han sugerido que volvamos a transportar nuestros bienes usando la fuerza humana, o la tracción animal. Suena descabellado porque en tanto hijos de nuestro tiempo, las tecnologías y los medios que nos permiten atender las enormes demandas de bienes y servicios con la cantidad, distribución y condiciones logísticas de hoy. Si en este día alguien pensara en enviar una nave tripulada a la luna, sería imposible porque las fábricas, procesos y técnicos que crearon los enormes cohetes como el Saturno V ya no existen. Hoy en día no sería posible enviar una misión tripulada que regresara con sus tripulantes de este viaje.
Lo mismo sucede si queremos pensar en trasladarnos, llevar a nuestros hijos, transportar bienes tanto perecederos como no. Simplemente hemos adaptados todos nuestros procesos funcionales (económicos, educativos, de información y más) a las condiciones de la modernidad. Esto es una constante para toda la sociedad, para todos los estratos socioeconómicos, para cualquier persona.
En tanto entes que viven con y a través de los otros, cada uno hemos desarrollado nuestro propio tener existencial y tenemos encima la enorme tarea de hacer cuanto podamos por que quienes menos tienen se preparen, aprendan y crezcan para que podamos tener como sociedad una mejor perspectiva de mañana. Los pasos que se den en pos de una sociedad más equitativa pueden ser complicados. En términos económicos hablamos de modelos como el de “fronteras de producción posibles”, que podemos comprender como la “cobija de necesidades”: podemos cubrir y atender una parte de la necesidad a costa de desproteger o destapar otra. No se puede crear por decreto o porque alguien lo declare que quiere una cobija más grande.
Lograr un grado de bienestar mejor para todos es un ‘deber ser’ inobjetable. Buen momento éste para plantearnos ahorros, cambios en prácticas de consumo, apertura para apoyar a otros y para hacer equipo con los demás. Ignoremos las voces que intentan dividir, y veamos cómo podemos hacer más y hace mejor todos.
@jcgutie
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