Moodle, ¿barato o caro? - Parte I
Ante la oferta en el mercado de sistemas LMS por licenciamiento, una ventaja de Moodle es el costo reducido. No significa que el sistema no cueste nada, ya que, a fin de cuentas, aunque es una plataforma gratuita si tiene un precio operativo. Puede requerirse el pago a administradores, renta de hosting,[1] servicios de administración y respaldo, honorarios de profesores o diseñadores pedagógicos y en general, los costos de todos los roles que intervienen para administrar el recurso. Mantener funcionando a Moodle tiene costos fijos y esto es igual si se trabajara con una plataforma propietaria. Sin embargo, un elemento diferenciador es el ahorro de licenciamiento. En algunos sistemas se cobra por número de participantes conectados concurrentemente sin importar su rol, en otros se cobra por asientoso conexiones disponibles mientras que en algunos esquemas el costo está en relación directa con la cantidad de cuentas generadas en las bases de datos sin importar si acceden o no los usuarios.
Al optar por Moodle cualquier institución, centro educativo o empresa debe invertir una cantidad de dinero por administración, adquisición de servidores, sueldos, comunicaciones, respaldos y otros recursos. Sin embargo, el ahorro importante se tiene en el licenciamiento. Casi en ningún caso de los sistemas comerciales se tiene licencia de uso a perpetuidad, sino que tienen períodos de renovación. Por ejemplo, si en una institución educativa además de brindar servicio a los profesores y alumnos se requiere dar acceso a supervisores, padres de familia y otros actores relacionados, esto implicaría incrementar el número de licencias contratadas. Evidentemente hay un plan de economía de escala (a mayor volumen de personas, menor costo de licencia individual), pero de cualquier manera va a repercutir en lo económico y muchas veces en un costo recurrente que es difícil de sostener por algunas organizaciones o empresas.
A diferencia de los sistemas por licenciamiento (en los cuales uno como usuario final no tiene acceso al código de programación original de las aplicaciones, llamado código fuente), el entorno Moodle es totalmente abierto. Esto significa que es posible estudiar el código para aprender o mejorarlo, para añadirle nuevas funciones o modificarlo según se necesite. Tal característica lo dota de ventajas en cuanto a la adaptación y adecuación que puede hacer del mismo, las cuales no poseen los aplicativos propietarios. Por otra parte, existen alternativas de su configuración que facilitan conectarlo con servicios de terceros como Google Analytics o Matomo (de código libre el segundo) para estadísticas, sistemas NAS[2] como Synology para respaldo y almacenamiento externo en modo nube, Mega y Dropbox para almacenamiento, así como diversas redes sociales, acervos y repositorios o servicios de transmisión de audio o video por medio de streaming. Las alternativas son prácticamente infinitas.
Cuando se adquiere software o un paquete de una empresa comercial, no se tiene el derecho más que la licencia de utilización del mismo. No hay la posibilidad de hacer cambios o de conocer en código como está programado el sistema, mucho menos modificarlo. En muchos casos su programación se considera secreto industrial o está patentada y a veces los algoritmos son secretos, de manera tal que solo se tiene la capacidad de emplear el sistema y no de cambiarlo según haga falta. Lo que sí se puede tener es soporte de la empresa dueña de los derechos y enviarle peticiones de mejora, reportar fallas o solicitar asistencia en caso de dificultades. Muchos proveedores disponen de un sistema de mesa de ayuda, de tickets de servicio en línea o de un número telefónico para solicitar apoyo. En algunos casos se ofrecen servicios complementarios para integrar el paquete con otros aplicativos, lo cual usualmente no está disponible en los entornos de código abierto. Para este último caso, normalmente hay foros abiertos de la comunidad, donde diversos usuarios brindan ayuda o asistencias de manera gratuita. También hay sitios en Internet que tratan temas de programación, seguridad, solución de fallas, etc.
Considerando estas características, uno podría preguntarse qué ventajas hay en Moodle como sistema abierto ante muchos otros que existen en el mercado y por qué usarlo dentro de una organización. Como ya se ha dicho, Moodle es modular lo cual significa que el aplicativo dispone de más componentes y funciones adicionales a los que lo acompañan en una instalación inicial. Varios le permiten ofrecer nuevas opciones y un amplio conjunto de servicios educativos para los participantes o profesores (por ejemplo, tomar asistencias, imprimir diplomas, hacer citas con los tutores, generar contenidos educativos exportables hacia diferentes formatos, desarrollar proyectos en equipo y muchos más).
Moodle tiene la ventaja de que la gran comunidad usuarios y desarrolladores pueden resolver consultas técnicas o problemas operativos. También hay empresas que se dedican a brindar soporte comercial. Estas son una alternativa para las instituciones que se sienten más seguras cuando hay un contrato o algún esquema de consultoría que apoye la inversión que han hecho en el sistema. En cuanto a las diferencias de Moodle con las herramientas CMS (las cuales en algunos aspectos son similares) se pueden señalar dos muy importantes: una ya mencionada es que un CMS no hace seguimiento del avance o de lo que realizan los usuarios con sus contenidos y que además normalmente se les instalan códigos de registro de analíticos para llevar estadísticas generales de acceso o de tráfico. El CMS es un recurso de la llamada Web 2.0 para que cualquier persona pueda publicar sus contenidos sin necesidad del apoyo de personal técnico: ejemplos de estos son las bibliotecas digitales o los portales de trabajo grupal, otros permiten generar portales web, gestión de proyectos, control de tickets de servicio para clientes de las empresas y muchos más. Los CMS son acervos digitales donde se clasifica la información, se crean permisos de acceso a grupos o personas y se intercambian todo tipo de datos, pero carecen de herramientas para favorecer el aprendizaje o evaluarlo, es decir, carecen de la lógica de un entorno didáctico.
[1] El término “hosting” se refiere a los servicios de hospedaje de servidores, como se contratan con empresas que rentan los equipos físicos y desde ahí se pueden emplear como si fuesen un sistema físico disponible a través de Internet.
[2] NAS por Network Attached Storage. Almacenamiento conectado a la Red. Son sistemas de discos duros que se enlazan con la red de la institución y permiten grabar o recuperar información a través de la misma, viendo al sistema como un disco externo que aparece dentro de los recursos compartidos.
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